“Prestantes huilenses han servido a otras regiones y el país”
De todos los ángulos del país surgen valiosos aporte para esta amada Colombia. Sentimos fatiga por tanta corrupción y hechos que enlodan la Patria, frente a lo cual es de destacar, para mantener en alto el ánimo centenares de acciones buenas de artífices de bien. Hemos tenido, recientemente, varios de esos hechos positivos que han emergido desde esa sencilla, noble, y culta región huilense, que, en emulación con las demás de país, ha ofrecido enriquecedores y confortantes aportes.
En lo religioso, tenemos la inmensa alegría del reconocimiento de parte de la Iglesia Católica de las virtudes, y ofrecimiento de su vida en el martirio, del Pbro. Pedro María Ramírez Ramos, nacido en La Plata (23-10-1899), elevado a los altares por el Papa Francisco, y noticias del avance del proceso de Beatificación del virtuoso y sabio Arzobispo de Bogotá, Ismael Perdomo Borrero, nacido en Gigante (22-02-1872). Los dos surgieron bajo el extraordinario ejemplo de esa columna de fe y de civismo Mons. Estaban Rojas Tobar, Obispo del Gran Tolima, nacido en Tarqui (1859) y muerto en Agua de Dios al servicio de los leprosos (1933).
Grande el aporte huilense a las letras, del insuperable sonetista de "Tierra de Promisión", y autor de la "Vorágine", José Eustasio Rivera, nacido en San Mateo (1888), muerto en 1928, y del elocuente orador sagrado, Jenaro Díaz Jordán, quien pronunció sublime oración fúnebre, precisamente ante los restos mortales del P. Pedro María, en 1948, nacido en El Agrado (1889) con deceso en Bogotá (1980). EN esa galería cultural está, con sus ritmos musicales de continental resonancia, Jorge Villamil Cordovez, nacido en la Hacienda del Cedral, cerca de Neiva (1931) y fallecido en Bogotá en 2010. Es de agregar al recientemente fallecido, en este 2018, Rodrigo Silva Ramos, mago de la canción e inspiración, que alegró a Colombia con Álvaro Villalba. Valioso aporte está haciendo, ahora, el periodista Vicente Silva Vargas, con su reciente libro "El Beato Mártir de Armero", sobre el cual me referiré en próxima columna.
En el de servicio al país, desde la Presidencia de la República, fue grande el aporte de Misael Pastrana Borrero (1970-1974), nacido en Neiva (1923), con final terreno en Bogotá (1997). Fue el Dr. Pastrana de la escuela del Presidente Lleras Restrepo, y sucesor de él en la Presidencia, complementándose grandemente esos períodos. Fue criticado, acerbamente, por López Michelsen, como aspirante a sucederle, pero quien, a su muerte, en espontáneo artículo en Semana, le reconoció, noblemente, sus grandes aciertos para bien de Colombia.
Como Designado en ejercicio del poder son gloria de la región huilense, y de Colombia, José María Rojas Garrido, nacido en El Agrado en 1824, fallecido en Bogotá 1883, quien cumplió brillante carrera de abogado y político de fiera oratoria, extremista, radical, Secretario de la gran Convención de Rionegro, en 1863, y encargado de la Presidencia, por 50 días, en 1866, antes de que tomara nuevamente posesión Tomás Cipriano Mosquera. Presidente, por 3 días, en calidad de Designado, fue, también, el galeno Rafael Azuero Manchola, nacido en Neiva (1906), finalizando su existir terreno en 1982, después, también, de meritorios servicios en distintas actividades cívicas e industriales. De él, bien se dijo: “el más desinteresado y pulcro de los políticos colombianos”, gran ejemplo que ojalá se imitara.
Mucho otros prestantes huilenses han servido al país, al igual que los de otras regiones, como los abogados Tulio Rubiano y Florentino Ramírez Coronado, y el primer General surgido de la Policía, Saulo Gil Ramírez Sendoya, así como los políticos Rodrigo Lara Bonilla y Jaime Losada Perdomo, sacrificados por los criminales de la lucha armada y del narcotráfico, tan desestimulantemente absueltos de sus crímenes, y hasta exaltados como “gloriosos luchadores”.
*Obispo Emérito de Garzón
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