El artículo 185 de la Constitución dice: “Los congresistas serán inviolables por las opiniones y los votos que emitan en el ejercicio del cargo, sin perjuicio de las normas disciplinarias contenidas en el reglamento respectivo.” La segunda parte es puramente nominal porque el Reglamento del Congreso se limita a transcribir la primera parte. Esta es una patente de corso para que los congresistas puedan decir lo que quieran, verdadero o falso, ofensivo o no, calumnias y mentiras sin que les pase nada. Y vaya que lo aprovechan.
Según informa un medio de la oposición, en un debate en el Congreso al Mindefensa, el senador Roy Barreras habló de la muerte de menores “al parecer” con balas de la Fuerza Pública y se refirió otra vez a los bombardeos de 2019 donde murieron “niños y niñas desde los 12 años hasta los 18”. Es sabido que el reclutamiento militar en Colombia se hace a los 18 años (nunca menos de 15) y quienes reclutan niños son los grupos armados de izquierda, pero Barreras nunca habla de eso. Además, llamar niños a los que tienen 17 años es un exabrupto porque fuman, tienen novia y van a entrar al servicio militar. Dicho de otra manera, no son “niños” aunque Barreras y la Convención de Derechos del Niño lo digan. Tienen uniformes de la guerrilla y fusil al hombro y por eso pierden toda inmunidad, aún si su reclutamiento fue forzoso. Además de que es imposible que los pilotos de las aeronaves que bombardean campamentos guerrilleros averigüen antes si hay menores. Acusó al ministro de politizar y dividir las Fuerzas Militares, de ser responsable de la caída de un helicóptero militar en Guaviare en 2019 y no informar sobre sus causas. Pero semejantes idioteces hay que tolerárselas a Barreras.
Habló, además, de un “supuesto” neonazi que sería instructor de la Escuela de Derechos Humanos del Ejército. “Supuestamente”, “al parecer” etc. Se puede decir cualquier cosa.
Como dijo la senadora Paloma Valencia de Petro, Barreras no va a ser presidente, gracias a Dios. Y menos ahora que se salió de la “U”, porque ni siquiera va a ser reelegido senador. Así que debería prepararse para seguir practicando la acupuntura.
El artículo 135.9 de la Constitución se refiere a la moción de censura. Los mamertos creen que es una herramienta para cogobernar. Jorge Enrique Robledo había citado al Mindefensa en una moción de censura para que explicara el “tránsito” de tropas extranjeras por territorio nacional que, según la Constitución (art.173.4), requiere autorización del Senado. Aunque el tema se discutió en esa corporación, el Gobierno no pidió “autorización” pues se trataba simplemente de un contingente que iba a capacitar soldados para combatir el narcotráfico, de acuerdo con convenios entre los dos Estados, como lo confirmó el Consejo de Estado que dijo que la visita de medio centenar de militares gringos en misión de entrenamiento a nuestras Fuerzas Armadas no violaba la Constitución.
Una propuesta para rechazar la moción antes de que el Mindefensa hablara fue aprobada por la mayoría. Robledo, Cepeda, Sanguino, Cristo y demás mamertos se enfurecieron. Hablaron de trucos y jugaditas del Centro Democrático, de violación de la Constitución, de una acción “atrabiliaria y arbitraria” (Sanguino) “ilegal” (Cristo) y que al Mindefensa “le dio miedo darle la cara al país” (Robledo). Las mayorías sirven si yo gano. Si gana el otro no. Para los mamertos no se trata de la democracia sino de la vieja retórica del todo vale. Lenín en su máximo esplendor.
Se quedaron, por segunda vez, viendo un chispero. Pero están preparando otra moción.