La cultura de un pueblo comprende muchos elementos: su amor a la poesía, creencias, la moral, la ciencia, la religión, los símbolos, las costumbres, las relaciones familiares, las jerarquías sociales.
La cultura tiene que ver con las manifestaciones más elevadas del ser humano, la literatura, la pintura, la escultura y otras expresiones del refinamiento del espíritu social.
Una defensora apasionada de los versos es Gloria Luz Gutiérrez, hasta el punto de sostener una organización que llama “Tertulia literaria Gloria Luz Gutiérrez” hace 15 años. Anualmente premia a los mejores poetas con muy sustantivos regalos económicos. Pero es no solo ésto. En su hermosa residencia en el sector nor-oriental, cada mes realiza actos de enorme importancia literaria. Es coordinador el prestigioso catedrático del Gimnasio Moderno, Federico Díaz - Granados. En estos oasis espirituales se encuentra uno con magistrados, embajadores, senadores, ministros, escritores, periodistas, novelistas. Dictan conferencias o recitan versos los más calificados valores de Colombia y otros países.
Gloria Luz, que tanto dignifica a los poetas dice y repite: “A todos, a unos más, a otros menos, nos fascinan los versos. Son como ventanas espirituales que se abren al mundo. En el corazón más duro, no falta el romanticismo, el sentimentalismo, el corazoncito que se sacude ante ciertos episodios de la vida... Rubén Darío exclamó: Quién que es, ¿no es romántico?” ... En Colombia, celadores y conductores de carros enamoran a sus mujeres con versos húmedos de lirismo y pasión”.
En el caso de Gloria Luz Gutiérrez la poesía cobra una fuerza impresionante pues su familia es de Manizales. En libro mío afirmó: “Manizales tiene 300.000 poetas y algunos habitantes más”. Si uno llega a una reunión a Manizales y saluda duro: “¿Cómo está poeta?...” Todos, absolutamente todos levantan la cabeza para ver quien lo está saludando. En esta gran metrópolis se indignan si alguien repite el adagio mercantilista que reza: “Si no sirve para nada, estudie para poeta...”.
Estuvo muy concurrido el certamen en la feria del libro de Gloria Luz Gutiérrez para premiar al reconocido padre Rodolfo de Roux con la admirable intervención de Monseñor Fabio Suescún. Fueron jurados Mario Montalbetti del Perú, Jerónimo Pizarro de Colombia y Carlos J. Aldazaba de Argentina. Sobre este certamen publicó un magnifico articulo Luis Carlos Peña Mosquera.
En la memoria todos tenemos acumulados versos que con frecuencia repetimos. “... Era una llamita al viento, y el viento la apagó”. “Decid cuando yo muera, y el día esté lejano”. “...De tantas mujeres hermosas que me amaron, ninguna tuvo plata suficiente para casarse conmigo...” “Hoy no voy a la mina, aunque mi amo me mate... No quiero morir en un socavón ... Pedro es tu amo y él te compró... Se compran las cosas no los hombres... El rico se lleva el oro y le deja al pobre el hueco y su dolor”. “Esa rosa fue testigo, de cuando fuiste mía. El día ya no lo sé, si lo sé más no lo digo”.