CARLINA TOLEDO PATTERSON | El Nuevo Siglo
Jueves, 18 de Agosto de 2011

A este paso, difícil


“Entre las principales causas del hambre, desastres naturales”  


LLEVAMOS  meses observando las impactantes imágenes de niños, jóvenes y adultos sufriendo los rigores del hambre en el Cuerno de África. En esta área compuesta por Somalia, Djibuti, Eritrea y Etiopía habitan cerca de cien millones de personas y según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), 12.4 millones de ellas “necesitan ayuda urgente para sobrevivir”, 400.000 niños están en riesgo de morir y 2.3 millones ya se encuentran afectados por la malnutrición.


Un artículo reciente en la revista Time analizaba el futuro del mundo con respecto al tema del hambre. El escrito presenta la teoría de Thomas Malthus, quien en 1798 publicó Un Ensayo sobre el Principio de la Población en el cual advertía sobre la naturaleza inequitativa de las fuerzas de crecimiento de la población y la capacidad limitada de la propia Tierra para producir alimentos.


Según la FAO si para el año 2050 no se ha aumentado la producción de alimentos en un 70%, no podremos suplir las necesidades de una población cada vez más numerosa. De manera que darle solución inmediata a la cada vez más escasa oferta de comida es, pues, de una importancia inconmensurable.


En Colombia tenemos nuestra propia situación. Acorde con información de la FAO en 2011, 8 millones de personas padecen hambre. El PMA por su parte al presentar el Mapa Mundial de Hambre 2011 informó que entre el 10 y el 19% de nuestra población sufre de desnutrición. Aunque la calificación que se le da a esta categoría es “moderadamente baja”, no deja de ser alarmante que entre 4 y 8 millones de colombianos estén desnutridos porque son “más susceptibles a las enfermedades infecciosas, perjudica el desarrollo físico y mental, reduce la productividad laboral y aumenta el riesgo de sufrir una muerte prematura”.


Dado que entre las principales causas del hambre están los desastres naturales, los conflictos, la pobreza, falta de infraestructura agrícola y la sobreexplotación del medioambiente, los retos que nos planteamos en nivel nacional son claros. La prioridad es estar preparados para una posible cruda temporada invernal.


Surge entonces una preocupación: en las rendiciones de cuentas de Colombia Humanitaria en Cundinamarca, Atlántico, Santander y Valle, un hecho que mereció la atención del propio Presidente de la República fue que la ejecución de las obras de infraestructura -algunas de las cuales son vitales para mitigar el riesgo de futuras inundaciones- no supera el 25% y a escasos dos meses del invierno, difícil que a este paso estemos preparados para afrontar sus consecuencias.
@CarlinaToledoP