Carlos Alberto Estefan Upegui | El Nuevo Siglo
Martes, 17 de Marzo de 2015

Seguridad alimentaria

 

Las  pérdidas en producción de leche por el paro nacional agrario de 2013, debido a las movilizaciones, protestas y taponamientos que se presentaron durante 21 días, fueron cuantiosas en todos los eslabones de la cadena láctea, siendo los más perjudicados los productores quienes dependen de la recolección diaria. Así fue como “el acopio total de leche fresca por parte de la industria cayó 10% de agosto a septiembre, significando una reducción de no menos 26 millones de litros”.
Ahora, en 2015 a raíz del paro camionero de estos días, y según resultados de la encuesta realizada el fin de semana por la Asociación Nacional de Productores de Leche -Analac- a sus afiliados en los diferentes comités regionales, en Boyacá hubo dificultades para el transporte de la leche de la finca a los centros de acopio en los municipios de Chiquinquirá, Duitama y Sogamoso. En Nariño algunas empresas distintas a la local dejaron de recoger. En Caldas, con las autoridades de policía y con delegados de los gremios, se efectuaron reuniones para hablar de las amenazas existentes para los transportadores que se atrevieran a mover sus vehículos. En Antioquia, la nutrida presencia de tractomulas y camiones en vías cercanas a las plantas, llegaron a considerarse amedrentadoras.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación -FAO-  define la seguridad alimentaria como “el  acceso en todo momento a suficientes alimentos para una vida activa y saludable”.
Así las cosas, el mismo organismo dice que la seguridad alimentaria “incluye al menos: 1) la inmediata disponibilidad de alimentos nutritivamente adecuados y seguros, y 2) la habilidad asegurada para disponer de dichos alimentos en una forma sostenida y de manera socialmente aceptable”.
Es, entonces, una responsabilidad compartida “del campo a la mesa”, que involucra a  todos los actores de la cadena incluidos obviamente los transportadores. Situación que obliga al Gobierno a concertar medidas para enfrentar las protestas, sin dejarlas llegar a extremos.
La legislación de la Unión Europea reconoce el derecho a la protección de la salud. Entre tanto, en Colombia, los  derechos a la vida, a la salud pública y a la seguridad alimentaria, podrían verse afectados y por esa razón como consecuencia de estos paros, configurarse un delito contra la  “seguridad pública”; si es que no también contra el patrimonio de los productores. Es el caso del sector lácteo que aporta cientos de miles de empleos en casi todos los rincones de la geografía nacional, además de caracterizarse por la ocupación pacífica y lícita de nuestros campos, siendo la leche un producto básico de la canasta familiar con características extraordinarias para la nutrición y el bienestar, especialmente de niños y ancianos.
En consecuencia, la leche requiere transitar a diario desde los campos de la patria hasta la mesa de las familias colombianas; razón por la cual siendo respetuosos del derecho a la protesta dentro de los límites determinados por la Ley, condenamos las vías de hecho que  solamente conducen a empeorar la delicada situación de la producción agropecuaria y afectan la paz y la tranquilidad de los colombianos.