DIEGO ARANGO | El Nuevo Siglo
Jueves, 7 de Noviembre de 2013

Cínicas vacaciones de las Farc

Mientras  en Colombia las Farc siguen secuestrando, extorsionando, realizando atentados y cometiendo crímenes, en La Habana sus jefes se regocijan en lujosos yates, fumando habanos Cohíba, bebiendo mojito, bronceándose junto con las mujeres agraciadas que escogieron para ser compañeras de diálogo y dándose la buena vida.

Hace poco un grupo de automovilistas que estaban realizando un rally entre Neiva y Caño Cristales, el más bello paraíso natural del mundo, fueron interceptados por bandidos de las Farc, quienes retuvieron los 150 vehículos y más de quinientas personas que de una manera u otra eran parte de la competencia. Estos facinerosos amenazando con armas a los participantes, los atracaron sacándoles entre un millón y trescientos mil pesos por vehículo, arengándolos sobre la justicia social que reclaman las Farc para los pobres, mientras sus jefes esperaban el treinta por ciento del producto de ese asalto para continuar financiando los placeres de ellos. Hechos como éstos de las llamadas ‘pescas milagrosas’ eran comunes hace unos años. Las políticas de vigilancia militar en las vías lograron consolidar un ambiente de seguridad. Preocupa mucho que ahora vuelvan a suceder estos abominables actos de la subversión.

Nada más incoherente que el pensamiento de esta gente, que más allá de ser bandidos son cínicos y bufones. Se paran en la mesa de diálogos a exigir prebendas, medios de comunicación, curules, inserción a la vida política con perdón y olvido, más recompensas.

Es cierto que Colombia quiere la paz y que ojalá ese proceso culmine con la entrega de armas y acabando con esa sórdida organización criminal, pero ofende a la dignidad nacional y azota a los diálogos, fotografías reales como esas de los cabecillas dándose la gran vida, mientras los colombianos sufren crímenes, asaltos, extorsiones, secuestros y todo tipo de barbarie para alimentar los gustos hedonistas de sus dirigentes. Es la realidad, no son inventos, de manera que no sabemos cómo el presidente Juan Manuel Santos va a terminar este proceso, porque estoy seguro de que a él también le dolerá ver esas imágenes en que su confianza ha sido traicionada por esa sarta de sinvergüenzas que sólo buscan sus placeres y ambiciones personales sin importarles nada el pueblo al que dicen defender.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional