El transporte aéreo se ha convertido en un recurso social vital a partir del cual se potencializan y garantizan aspectos tan importantes para el desarrollo de nuestra sociedad como la conectividad de regiones marginadas o apartadas, que no cuentan con otras alternativas de transporte. En estas zonas geográficas el transporte aéreo es el instrumento principal y casi único para poder contar con víveres y medicamentos, así como de movilización de las personas. Por esa vía se protegen derechos fundamentales como la salud y la educación; así mismo, hace posible el traslado de pacientes e insumos médicos para garantizar el derecho a la vida y la salud de la población; y hasta permite cumplir con servicios de asistencia humanitaria a poblaciones lejanas y apartadas del territorio nacional.
El bloqueo reciente de la vía Panamericana en el marco de la minga indígena ha reafirmado el carácter de servicio público esencial que distingue el transporte aéreo en Colombia. El cerco de la vía por parte de los indígenas prácticamente terminó aislando del país a los departamentos de Nariño y Cauca. Esta circunstancia obligó a la Aeronáutica Civil a adoptar medidas de emergencia de carácter temporal con el fin de facilitar la conectividad aérea entre Cali, Popayán y Pasto, entre las cuales se destacan la autorización dada a las empresas de transporte aéreo no regular (aerotaxis) y a las empresas regionales para que, amparadas en la resolución 00280 de 2019, pudieran facilitar la conectividad aérea de esta región del país con la ciudad de Cali, desde donde les quedaba más fácil a los usuarios transportarse a Bogotá y al resto del país.
De acuerdo con lo anterior, y en el marco del bloqueo que impusieron los indígenas, la aerolínea Easy Fly comenzó a operar un vuelo diario en la ruta mencionada. Lo propio hizo Avianca al adicionar dos vuelos a Popayán para facilitar el desplazamiento de quienes requerían viajar al Cauca con aviones Airbus A 318.
Por otro lado, la Aerolínea de Antioquia-ADA anunció recientemente que, como consecuencia de la crisis financiera por la que atraviesa, interrumpía sus operaciones a partir del pasado 29 de marzo y, del mismo modo, que ponía en venta el aeropuerto del municipio de Caucasia-Antioquia, que es de su propiedad, lo que generaba dificultades para la conectividad por vía aérea a los habitantes de la subregión del Bajo Cauca. En virtud de tal circunstancia, el diligente director de la Aeronáutica Civil informó que aerolíneas como Sarpa, Searca y Aero ejecutivos de Antioquia serian las compañías que cubrirían las rutas que se dejaban de atender por parte de ADA.
De acuerdo con lo anterior, y la jurisprudencia de las Cortes, queda claro que el transporte aéreo no es un servicio menor o un simple lujo de pocas personas, cuya interrupción no genera consecuencia alguna. En una época como la actual, con una sociedad cada vez más globalizada e interconectada por la tecnología, el transporte de pasajeros y de cosas, así como el intercambio de bienes y servicios, depende en gran medida del transporte aéreo.
Lo anterior indica la necesidad de fortalecer cada día más el servicio del transporte aéreo regional.