El valor de la solidaridad | El Nuevo Siglo
Lunes, 31 de Mayo de 2021

En esta última semana veíamos una imagen muy confrontadora para Colombia en el Giro de Italia, porque mientras en nuestro país hay caos en las calles, en parte por falta de solidaridad y de entender las necesidades de base por las que las personas han salido a las calles y por las terribles consecuencias de un virus que nos enfrentó a nuestra propia humanidad y límites.

En esta carrera de ciclismo veíamos a dos hijos de nuestra tierra demostrando lo que realmente es la solidaridad. Uno pasando dificultades en un puerto de montaña -terreno de nuestra especialidad- se desmoralizó, se desesperó porque sus piernas no respondían mientras sus rivales lo atacaban sin piedad y su compañero también colombiano lo esperó lo animó, lo retó y le saco la fuerza de sus piernas de donde no lo esperaba ... del coraje.

Este ciclista dejó sus intereses personales de lado para dar todo lo que era como persona para acompañar y ayudar a su compañero ¡qué gran lección! Al final los dos ganaron y surgió otro valor que sostiene la sociedad que es la gratitud.

Esta escena me puso a pensar en ¿qué hace falta para que en nuestra sociedad la solidaridad esté primero? comencé a soñar con el momento en que los intereses personales, bien sean políticos, ideológicos o económicos se dejen a un lado para que el bien común esté de primero.

Es importante para mí aclarar qué es la solidaridad porque de entender su verdadero significado estará que este valor pueda salir genuinamente de nosotros. La solidaridad como valor es definida como el tomar consciencia sobre lo que necesita el otro y movilizarse para proporcionar esas necesidades. Pero no debe ser entendida como dar lo que me sobra, se debe entender como el compartir lo que tengo y lo que soy. Ser solidario es desarrollar la habilidad de identificar lo que los demás necesitan y hacer algo para ayudar a que lo tengan o compartir de lo que se tiene.

En el ejemplo de nuestros compatriotas escarabajos uno sacó su coraje, su arrojo, su experiencia para saber que lo que necesitaba el otro más que su agua, o su comida era una palabra de aliento que lo llenará de confianza y lo contagiara de coraje. ¡¡Sencillo!!

¿Cómo hubiera sido la pandemia en Colombia si hubiéramos entendido desde un principio esto? ¿Si hubiéramos compartido nuestra comida con quien la perdió, si solo hubiéramos usado el tapabocas y las medidas de seguridad para compartir mi cuidado con el otro y entre los dos evitar contagiarnos, si hubiéramos dado siquiera una palabra de aliento a quien sufría por haber perdido su empleo o sus ingresos? ¿Tan solo si hubiéramos entendido que el sistema sanitario está compuesto de seres humanos que han compartido lo que saben y lo que son como personas para intentar salvarle la vida a quienes cayeron por esta enfermedad?

En este momento solo nos resta que podamos entender por ejemplo que la única manera que todo mejore es acudir a los centros de vacunación para por solidaridad con los demás detengamos la propagación de este virus, evitemos más muertes y nos cuidemos entre todos, que nos vacunemos no solo porque pensamos en lo que nosotros necesitamos sino en lo que necesitan los que no tienen empleo, los que aguantan hambre, los que están en las calles marchando. Hagámoslo por solidaridad que seguro ganamos todos.