Enyoi (II) | El Nuevo Siglo
Viernes, 29 de Abril de 2022

Anhelamos encuentro con otros: una pareja, la familia, los amigos.  Sin embargo, en la búsqueda afuera nos podemos olvidar de nosotros mismos.

Por ello la importancia de tener un encuentro con tu yo íntegro.  Vamos por partes: encontrar es descubrir, hallar, ubicar.  Todos los seres humanos desarrollamos un ego, que es la máscara que envuelve la esencia. Desde la visión de la fragmentación, esa que nos acompaña desde el siglo XVI en el inicio de la Modernidad, el ego se ve como un oponente, al cual toca vencer en una batalla interior, que por demás no siempre estamos listos para dar.  He escuchado muchas cosas sobre ese ego: que es la loca de la casa, el enemigo con el que es preciso enfrentarse.  Desde la visión de la complejidad el asunto es bien diferente: el ego hace parte de la totalidad y es en sí mismo un sistema de sombras, que si bien ocultan a la esencia también la dejan ver. 

El ego, si lo comprendemos a cabalidad, es un recurso que nos permite aprender a conocer nuestra esencia.  Desde la mirada segmentadora moderna, el ego se excluye.  Desde la postura amorosa de la totalidad, al ego se lo integra para poder trascenderlo.  Por eso en Enyoi el reconocimiento del ego no es una pelea; por el contrario, el encuentro con esas sombras del ego es amable, divertido y creativo, pues al atravesarlas cada quien puede descubrir su esencia, hallar el tesoro perdido de saberse y sentirse completo, ubicar el propio lugar.  El yo está envuelto en capas de sombra, que desde el amor podemos iluminar: la luz no lucha contra las sombras, no es necesario. Por ello, en este encuentro con el yo íntegro no hay confrontaciones ni sufrimiento.

Reconocernos como una totalidad tampoco es lo más común desde la mirada excluyente tradicional.  Sí, somos uno y estamos completos, aunque siga siendo popular hablar de la media naranja.  Recuperar nuestra propia noción de totalidad es liberador, pues aprendemos que la tarea de integrarnos en nuestro ser no depende de nadie más, sino de nosotros mismos.  Podemos rearmar el rompecabezas de nuestra vida, en la gratitud por cada parte mientras avanzamos en la aceptación de cada instante de nuestra historia.  Enyoi te permitirá aprender a mirarte a ti mismo, desde el amor incondicional, sin juicios.

En Enyoi nos salimos de la caja, pues trabajamos desde el amor, no desde la lucha; desde la compasión, no desde el juicio; desde la totalidad, no desde la exclusión.  Es lo que hemos vivido y aprendido Marcela Castañeda y yo, y que desde el 19 de mayo te ofrecemos.  Es hora de tener un Encuentro con tu Yo Íntegro.   Te esperamos en Enyoi…

enyoionline@gmail.com