General (r.) Luis Ernesto Gilibert V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 18 de Marzo de 2015

PRISMA

Aplausos al desminado

De  descomunales podemos calificar las expectativas que generó el anuncio hecho por el jefe de la delegación en La Habana, doctor Humberto  de la Calle, y lo más importante,  el reconocimiento  de “Iván Márquez” al referirse “como imperativo ético” el futuro trabajo donde participarán miembros de las Farc, y el Gobierno, en la desactivación de minas antipersonales,  trascendental el acuerdo y más significativo el mensaje para Colombia.

Ahora siguen aspectos claves que deben ser observados en la planeación del riesgoso trabajo, pues la eventualidad en cuanto a accidentes es considerable y no queremos sufrir percances ni  perder vidas en ninguno de los dos componentes, que al adelantar la labor y confrontarse con el peligro, abandonaran las  diferencias tanto doctrinarias  como  conceptuales, generando un solo bloque  identificado por el riesgo y el compromiso. El trajín será duro y si la gran esperanza  que nos acompaña, apoyada en la posibilidad  de que las Farc tengan el mapa informativo sobre la ubicación física de las minas sembradas, no se hace realidad, estaremos ante un problema mayor de lo imaginado, pues varios de los encargados de plantar estos artefactos han muerto, llevándose  consigo esta valiosa información y dejando a la deriva la suerte de los hombres destinados a la tarea, dándole dimensiones insospechadas al reto.

Sabemos que gran parte del territorio patrio está sembrado de minas y nos urge estar al corriente en cabeza de quien o quienes quedará la responsabilidad de su ubicación y desmantelamiento, ¿se conformará un comité? ¿Se organizará una comisión?  O ¿contaremos con un reducido grupo de expertos en explosivos, asesorado por las partes? Seguramente me adelanto o impaciento, pero créanme, así como el Gobierno ha nombrado comisiones y subcomisiones, puede ir escogiendo las personas indicadas, capaces de desarrollar el trabajo; este desafío no da espera y como lo  venimos diciendo sirve para mostrar el interés de las partes por la paz, y  queremos saber también el monto de los recursos hasta el momento destinados a tan magna misión, porque como muestra de compromiso y avance en las conversaciones, se debe iniciar la recolección de información lo antes posible, evitando dilaciones innecesarias y contraproducentes de cara a las negociaciones en la mesa. Entendemos que el trabajo de campo demorará un poco, sustentado en la selección pormenorizada de los territorios, la corroboración y comparación de datos, la demarcación y esterilización de predios, la capacitación del personal, el ajuste de apoyos logísticos y la contribución informativa  de los habitantes en cada región. Pero no podemos esperar la firma de la paz  para iniciar el trabajo, hay que adelantarlo ya, el país no puede permitir que se lleve al congelador un proyecto de tanto valor,  que una vez terminado deberá ser auditado por la partes  y corroborado por los países facilitadores.