GUILLERMO FRANCO CAMACHO | El Nuevo Siglo
Domingo, 4 de Diciembre de 2011

Respaldo

Se está de acuerdo, en forma significativa, con el artículo “La justicia y los medios de comunicación” (Dinero No. 383) de Juan Manuel López Caballero. Dicha coincidencia se demostrará en dos instancias. La primera es la presente traducida en la selección de textos pertinentes. La segunda se centra en los aspectos coincidentes, complementarios y divergentes.


Comienza la exposición. “Hoy, en buena parte, a la justicia la manejan los medios; y en la medida en que la razón de ser de los medios es el rating, las noticias judiciales son multiplicadas por ser las que más lo generan. Lo que aparece en los medios -y en consecuencia lo que se convierte para la población en la realidad que nos rodea- se limita a muy pocos temas, los titulares de todos los días se repiten, un escándalo a un funcionario del Estado, el robo o desaparición de un bebé, una alteración del orden público con protestas violentas, el decomiso de una droga o la quema de un laboratorio, la captura del jefe de finanzas o de la mano derecha de un frente guerrillero, alguna muerte por una bala perdida o con alcohol adulterado o con arroz con pollo. El tema de en qué marco se desarrollan los hechos y qué están mostrando es totalmente olvidado. La falta de análisis de los procesos subyacentes, de qué intereses se están moviendo detrás de sus acciones y declaraciones, hace que se hable de partidos donde no los hay, de vocerías que nadie ha delegado, de propuestas que no tienen más sustento que la inspiración del discurso que alguien está improvisando. Su presentación se convierte en una especie de anestesia que genera indiferencia en vez de lo contrario. Anestesiada así, la ‘opinión pública’ se vuelve la ‘indiferencia pública’ y se impone la falta de opinión personal y la actitud de rebaño sometido a lo que le digan los ‘comunicadores’ y los medios. Por eso, lo que caracteriza a Colombia es la falta de Justicia y vivimos de escándalo en escándalo, se califican o descalifican inocentes o culpables de acuerdo a como los presente la prensa. Hemos caído en un mundo penal gelatinoso cuando justamente debe ser el campo más estricto del Derecho. La Justicia no está ‘politizada’: lo que está es ‘mediatizada’, ‘farandulizada’… existe de hecho un poder mediático-judicial incontrolable. Cuando justicia y medios se confunden ¿quién o qué les puede hacer contrapeso?”. Sugerencia: Leer versión original López Caballero.