Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 4 de Abril de 2015

Vaticinios

SE  espera, del entendimiento de cualquier disciplina o ciencia, la formulación acertada de predicciones y el lector juzgará  si lo son las formuladas por Samuel P. Huntington en El Choque de Civilizaciones y la Reconfiguración del Orden Mundial (Paidós, Buenos Aires, 1997). La primera reside en la decadencia de la Civilización Occidental en algún momento del siglo XXI y su remplazo por la Civilización Asiática como evolución lógica del avance del Este asiático; en realidad, Huntington ha citado dos posibles entes sucesores pero el de mayores posibilidades es el citado, debido al sustento económico, y la alternativa es la Civilización Islámica por el factor demográfico, es decir, la tasa de crecimiento de la población. Este factor hará que la religión musulmana supere a la cristiana en cuanto a fieles.

Llama la atención la reiterada afirmación china y mahometana a la superioridad de su cultura respecto a la occidental; el temprano despliegue chino en ciencia y tecnología fue notable y cabe preguntarse la explicación del retroceso.

Se mencionaron siete etapas en la marcha de las civilizaciones, o sea, mezcla, gestación, expansión, conflicto, imperio universal, decadencia e invasión; ejemplos del citado imperio serían la antigua Roma, el de Carlomagno, España con Carlos V y Felipe II, Inglaterra después de vencer a Holanda y hasta principios del siglo XX y Estados Unidos con posterioridad a la segunda Guerra Mundial; lo anterior no descarta la siguiente secuencia: causas, nacimiento, interacciones, logros, decadencia y caída.

No se prevé cuál será el liderazgo en las civilizaciones musulmana y latinoamericana a raíz de su característica inestabilidad y, tal vez, en el primer caso, sea asumido por Turquía que compitió por la supremacía mundial con España y no se prevé que ingrese a la Comunidad Europea por las acentuadas diferencias culturales, en particular respecto a religión y avance democrático; Huntington sugiere que Sudáfrica podría convertirse en el Estado central de África, Australia se vincule al esquema Nafta y no al Asia, Japón actuaría de modo independiente o, de relacionarse, según su conducta usual, con una potencia fuerte, podría ser con China y considera a Grecia más cercana a la Civilización Ortodoxa que a la Cristiana, pese a su incidencia en la literatura clásica occidental y su nexo, agrega quien escribe, con el Imperio Romano en la historia de Occidente.