Hospice, una alternativa del autocuidado | El Nuevo Siglo
Lunes, 22 de Marzo de 2021

Hace una semana se publicó un informe llamado Atlas Latinoamericano de Cuidados Paliativos, que es un reporte que se viene realizando hace algunos años que pretende evidenciar el desarrollo de este tipo de cuidados en la región. Se realiza con el apoyo de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), la Asociación Internacional de Hospice y Cuidados Paliativos (IAHPC) y la Universidad de Navarra en España. No es un secreto que el final de la vida de las personas en el mundo está acompañado de enfermedades difíciles, incurables y amenazantes para la vida, con altísimos niveles de sufrimiento, soledad y dependencia; por esta razón surgieron en la década de los 60 los cuidados paliativos, que tienen como objetivo mejorar la calidad de vida a través del alivio del sufrimiento acompañando a las personas y sus familias en un proceso difícil garantizando una partida con la mayor dignidad posible.

Analizando los resultados de este informe en Colombia hemos mejorado la provisión de este tipo de cuidados en los últimos 7 años. Hemos logrado tener una Ley de Cuidados Paliativos (1733 de 2014) y se han creado cada vez más recursos de prestación con equipos sanitarios más entrenados en todos los niveles de complejidad. Aun así llama la atención varios puntos que me gustaría exponer: el primero es el número de personas susceptibles de recibir cuidados paliativos en Colombia, alrededor de 248.655 por año, siendo la enfermedad no oncológica como las demencias, enfermedades pulmonares y cardiovasculares, las que más lo requieren con un 69%, comparado con enfermedades como el cáncer con un 31%. Adicionalmente, pasamos de una cobertura de menos del 3% a una del 16%, es decir, en los últimos 7 años hay más equipos de profesionales de cuidados paliativos que hacen que el 16% de los pacientes susceptibles reciban estos cuidados, esto es un dato absolutamente alentador.

Por último, uno de los datos más impresionantes para Colombia, a mi modo de ver, es que mientras en países latinoamericanos como Argentina existen 14 hospice para una población de 44 millones de habitantes, en Estados Unidos alrededor de 5.500 para 330 millones de habitantes y en Reino Unido alrededor de 220 para una población de 65 millones de habitantes, en nuestro país hay un solo hospice para 49 millones de habitantes.

Hospice es un movimiento social soportado en la filosofía de cuidar compasivamente a las personas al final de la vida, cambiando el paradigma de atención sanitaria centrado en la enfermedad, por la de un acompañamiento de la persona que la padece hasta el momento de la partida. Hospice busca que la persona enferma se reidentifique como un ser humano y no como una enfermedad, que logre verse como un individuo con valores únicos, con una historia de vida y sobre todo con vínculos importantes con su familia que lo llevan a entender el valor de su vida y de su legado, llegando así a la aceptación de la finitud de su existencia. Por lo anterior los equipos de atención del hospice son personas con un alto grado de humanidad, habilidades empáticas y compasivas, que buscan dignificar el proceso de enfermedad y acompañar hasta los últimos instantes de la vida. Yo tengo la fortuna de dirigir este único hospice Presentes By Versania, en Bogotá y próximamente iniciaremos operaciones en Medellín y Barranquilla, esperando poder llevar este servicio a todos los rincones de nuestro país. ¡Es necesario!