Lapsus linguae | El Nuevo Siglo
Miércoles, 28 de Noviembre de 2018

Un mensaje,  remitido por celular, exhibe en un video a la vicepresidenta Martha Lucia Ramírez, en CM&, aludiendo a “muchos quilates desde la academia, muchísimos quilates desde la cooperación internacional, infinitos quilates desde el gobierno nacional con el liderazgo del presidente Uribe, del presidente Duque…perdón… perdón…”

Este episodio , de la ex ministra de defensa de Uribe,  recuerda el lapsus de Winston Churchill, al pronunciar su discurso en la universidad de Harvard, cuando recibió una distinción honorífica y refiriéndose al avance de la industria adujo que: “Se deslizó suavemente…desde los días del caballo y el carro hasta el día del águila, estando representadas las águilas por el motor de combustión infernal…” e inmediatamente rectifico sus palabras, pues lo que  quería expresar era el avance del motor de combustión interna. Episodio que divulgo con mucha ironía el Times de Nueva York el 17 de septiembre de 1943.

El lapsus fue analizado por el maestro psicoanalista Abraham Arden Brill y sostuvo. “Cuando el primer ministro dedicaba su oratoria al tremendo progreso del hombre desde el periodo del caballo y el carro hasta la altura de las águilas, gracias a la invención del motor de combustión interna, su pensamiento debió haber quedado repentinamente perturbado por el recuerdo de las destrucciones de Londres…”

Es un tema trascendental en la metodología sicoanalítica, pues su interpretación conduce  a descubrir las ideas que inconscientemente están incidiendo en la expresión del pensamiento y obviamente a identificar la verdad intrínseca del sujeto.

En el episodio referido al comienzo, acorde con la teoría freudiana, según la cual el autor del lapsus padece un conflicto interno por una dislocación entre el consciente y el inconsciente, el afloramiento revelado  indica que la “Vice” advierte que el Dux Iván, su vecino en la campaña, es subalterno del senador Uribe, pensamiento reprimido que tiene como causa el proceso que se agotó para escoger el candidato promovido por el Chalán del Ubérrimo, competencia  en la cual  fue descartada del primer lugar.

La motivación del lapsus se supone  causada por la conducta del vecino que estimulado por su “vanidad”, arrojo de su personalidad deslumbrada por su imagen física, impacta a su colega que estando  tan cerca de él aprecia con más fuerza lo que muchos de los gobernados intuyen  satisfaciendo su pasión por el tótem.  Ese protector que en la idiosincrasia de la organización familiar ha sido sustituido por la mujer, el ídolo de Edipo.

Y esta impresión en la psiquis, individual o colectiva del pueblo, se plasma dramáticamente con la actuación del “Tótem” Álvaro Uribe, que no se baja del trono y a sus serviles aduladores les exige y agradece que lo aplaudan todos los días y, curiosamente, los medios divulgan estas mañas del poder político. Es una muestra real del sueño que invade la conciencia colectiva, seguramente a causa del miedo por la violencia de la subversión que aún no se vence para garantizar la paz.