Mauricio Botero Montoya | El Nuevo Siglo
Lunes, 23 de Marzo de 2015

 “Enmarcado en el espectro del calentamiento global” 

NO PUEDE PREVERSE

Otra vez el clima

 

El  invierno del noreste en Estados Unidos ha sido uno de los más extremos que recuerden los que lo sufrieron. Y continuó en pleno marzo en lo que antes se llamaba primavera. Si eso no estuviese enmarcado en el amplio espectro del calentamiento global sería apenas una anomalía y no una tendencia.

Como el tema es delicado sugiero hacerlo con signo de interrogación, signo hermoso y algo olvidado por el enfático periodismo. La primera pregunta es ¿cómo está relacionado el frío con el calentamiento? ¿Qué relación, si la hay, entre esos crudos inviernos y la erosión continuada de los polos? En Groenlandia hay ganado pastando en lo que hace unos años eran bloques de hielo, En Argentina y Chile macizas y milenariamente estables regiones heladas se han convertido en flotantes icebergs, o se han derretido del todo. En el África el lago Chad, del cual vivían más de dos millones de personas, se ha secado. En Colombia país privilegiado de páramos, la creciente temperatura está matando especies nativas esenciales en la generación de agua dulce. Y por contraste en el norte de nuestro continente los inviernos, con oscilaciones, prometen ser más crudos.

Sobre este punto hay varias posiciones, la de los mayores a los que parece importarles poco o creen que es un proceso reversible de algún modo sin que se tomen el trabajo de precisar el modo, y también están los indiferentes y los apocalípticos. Me permito esbozar esta última posición por sí o por no. El clima no puede preverse, es el reino de la incertibilidad, a duras penas podemos hacer extrapolaciones indicativas y conjeturales. Jugar con modelos. Así, por ejemplo, un científico australiano aseguró a principios de siglo que el cambio climático eran pamplinas alarmistas sin sustento. Luego se supo que este era un vocero bien pagado por una multimillonaria interesada. Hoy la comunidad científica acepta casi unánime el predicamento en el que estamos. Uno de los elementos claves del clima es el agua, que se estudia en la muy difícil de comprender, teoría hidráulica. A la que se añade la interacción con el vapor y las labores del Sol. En suma el océano es mayor a la masa continental, lo rige la Luna y determina el clima mundial. Si hay recalentamiento, los polos lo enfrían vertiendo agua helada al mar. Y las corrientes oceánicas que llegan a Europa, América del Norte y África llegan frías. Esto resulta mortal para la fauna y flora. Ese frío en donde antes eran aguas tibias llenas de vida se evapora. Y puede producir una nueva glaciación que acabaría con la civilización occidental tal como nosotros la conocemos. El corolario es que los países tropicales seriamos seguramente invadidos por los que sufran esa devastación.