México es un estado de 1.864.375 km2 de extensión, una frontera de 3.155 kms con Estados Unidos, y 124 millones de habitantes Es la decimocuarta  economía mundial (media alta), con un PIB per cápita de USD 8.902.80 y una inflación anual moderada de 4.93% en el periodo 2017-2018. En 2017 tenía reservas de petróleo de 8.483.7 millones de barriles y explota 1.840 mil bpd. El presidente Andrés Manuel López Obrador (a quien llaman “Amlo”) quiere subir la producción a 2.6 millones bpd, pero al propio tiempo quiere revisar los contratos de exploración y explotación con empresas extranjeras.

Amlo que acaba de posesionarse, representa al partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y tiene mayoría en ambas cámaras. Su elección puso fin a los gobiernos de los partidos tradicionales (PRI y PAN) en crisis, como en otros países de América Latina. Es un hombre de izquierda que se inició en el PRI y pasó luego a otros partidos hasta formar el Morena (2014). Fue alcalde de ciudad de México, con éxito relativo, a diferencia de los nuestros que fueron un fracaso rotundo. Esta era la tercera vez (las anteriores fueron en 2006 y 2012 y en ambas impugnó las elecciones) que se candidatizaba para la presidencia.

A su posesión fueron invitados dirigentes de las Farc y asistió Nicolás Maduro. Quiere decir que no va a seguir la acción de sus consocios de Suramérica (además sus socios en la Alianza del Pacífico, Chile, Perú y Colombia) contra la dictadura madurista.

México es miembro de la Ocde y debe seguir ciertas prácticas de gobierno y con su relación con Estados Unidos, probablemente no vamos a ver un gobierno como el de los Kirchner en Argentina, o Lula o Rousseff en Brasil, y mucho menos como Maduro. México acaba de “actualizar” su tratado Tlcan con Estados Unidos y Canadá -del cual Amlo no era amigo-que ha sido reemplazado por el USMCA o T-MEC, firmado por el presidente saliente Peña Nieto hace pocos días en la reunión del G-20 y sujeto a ratificación. No se sabe qué actitud tome Amlo al respecto pero la economía mexicana es altamente dependiente de los Estados Unidos: en 2017 exportó a Estados Unidos USD327 mil millones e importó USD195 mil millones con una balanza a favor de USD132 mil millones, una de las razones por las que Trump quiso renegociar el TLCAN. La inversión extranjera directa de los Estados Unidos vale USD 247 mil millones de dólares, el 48.7% del total de la inversión extranjera directa.

Amlo enfrenta varios problemas, los principales de los cuales son: corrupción a todos los niveles; inseguridad con una tasa de homicidios de 2.500 mensuales, acompañada de violaciones de derechos humanos por la fuerza pública, y la acción de los carteles de la droga y el microtráfico; la pobreza con 120 millones de personas, 55 millones de ellos en pobreza extrema; la migración centroamericana; una economía tambaleante con una deuda externa de 190.000 millones (53% del PIB) y una baja en la inversión extranjera.

Como plan de gobierno, Amlo dijo en su discurso de posesión: "Si me piden que exprese con una frase el plan del nuevo gobierno, respondo: “acabar con la corrupción y la impunidad…me comprometo a no robar y a no permitir que nadie se aproveche de su cargo o posición para sustraer bienes del erario o hacer negocios al amparo del poder público”. Y agregó “el compromiso que tengo con mi pueblo es que no tengo derecho a fallar". Me suena bien conocido.

Por el bien de América Latina, buen viento y buena mar, presidente.