Siempre me he hecho la misma pregunta y es la siguiente: ¿Por qué si en Colombia todo absolutamente todo ha sido objeto de regulación nada funciona? Es mi experiencia y las experiencias son intransferibles.

Por ejemplo, para algo tan elemental como ponerle la vacuna a la gente existen innumerables protocolos y decretos y más normas que nadie entiende y que en la práctica tampoco sirven de nada sino para entrabar el proceso de vacunación.

Esta manía colombiana de expedir normas siempre ha existido pero la coyuntura extraordinaria generada por la pandemia la potencializó.

¿Para qué sirve un protocolo de bioseguridad para cada actividad que quiera hacer un humano en Colombia? Un gimnasio, un bar, un restaurante, un aeropuerto. ¿Ha acabado con el covid-19 en Colombia? Claramente no y en mi opinión solo sirve para justificar el trabajo de un burócrata que seguramente sin la pandemia su trabajo sería injustificable como tantos en Colombia. ¿Quién tiene clara una sola resolución emitida en la pandemia?

Eso no existe en Estados Unidos, por ejemplo. La vacuna se la ponen, la que usted escoja Pfizer, Moderna, Janssen ¿Cuál quiere? sin registrase en ninguna plataforma inútil. Son prácticos y a todo simplemente le ponen sentido común. Eso es imposible en Colombia. Somos expertos en poner trabas. En mandar cuestionarios interminables a las empresas con preguntas que no buscan nada distinto sino encontrar medio huequito para clavarle una sanción millonaria.

Las entidades públicas se preocupan más por justificar sus errores, insistiendo en el error, que en tener la humildad de reconocerlo y modificar lo que sea que hayan hecho mal ¿Quién sabe más sobre la vacuna de Pfizer que la misma Pfizer? Pero resulta que al parecer el ministro de Salud sabe mucho más de la vacuna de Pfizer y su eficacia que la evidencia científica existente y en la que invirtió billones de dólares la misma Pfizer. Se atreven a destrozar su vacuna. Ese es el mejor reflejo de nuestra estructura mental ilógica. La pregunta me la he hecho porque si así somos deberíamos ser uno de los mejores países del mundo. No lo somos por más premios en el papel que nos entreguen y pongamos a concursar a Cali con Los ángeles y Paris como la mejor ciudad para negocios y turismo. ¿O si es así?

Es muy grave engañarse uno mismo y no aceptar la realidad. Yo personalmente quedé aterrado de ver la respuesta del ministro de salud sobre cuál es la evidencia científica con la que contamos para decirle a la gente que ¡tranquilos! la segunda dosis de Pfizer puede ponerse en tres meses. Y la “evidencia científica” es que otros países lo hacen así…

El único país que tiene vacunas hasta en los McDonald’s es Estados Unidos y no vacunas chinas precisamente.

Yo me quedo con la experiencia de Estados Unidos que por algo no tienen rebrotes ni nada y todo funciona más que normal sin tanto protocolo y resolución ¿Y usted?

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