Oportunidad a la paz | El Nuevo Siglo
Sábado, 1 de Octubre de 2016

En comentario anterior se preguntaba este columnista si este proceso del plebiscito en el cual no se vota por personas sino por una idea,  como es la de dar por terminado el conflicto con las Farc, se está convirtiendo en un proceso político en el cual están envueltas aspiraciones electorales que tiene que ver con las próximas elecciones, en las cuales se va a elegir a quien haya de suceder a Juan Manual Santos.  Estoy por pensar que la respuesta tiende a ser afirmativa, particularmente en el campo de los seguidores del talante del expresidente Uribe.

El ex procurador, ya sin la tribuna en la cual convirtió el ejercicio de su cargo, ya se le ha visto haciéndole carantoñas a los uribistas, tendientes a obtener su favor para ser su candidato en las elecciones de 2018. Ojalá tenga éxito. No tiene que competir, que se sepa, sino con el último candidato Oscar Iván Zuluaga, Carlos Holmes Trujillo y otros. También aspira a mover las simpatías hacia sí Marta Lucía Ramírez quien ya fue candidata del conservatismo pero que ahora no disimula sino que  dice abiertamente que está, políticamente cerca, del movimiento de Uribe.  También le deseamos éxito. Algo del mismo estilo se supone que está sucediendo en otros sectores de opinión; sobre  Vargas Lleras no existe duda alguna. Es un candidato que se ha granjeado la antipatía de mucha gente la cual a su vez reconoce que es un buen ejecutor decidido y práctico. Otros que no manifiestan sus aspiraciones pero que están latentes en la opinión pública entre ellos  De la Calle con tan brillante y atinada actuación en La Habana. En fin, las maracas preelectorales están produciendo algún ruido y todo a propósito de la cita que tenemos los ciudadanos en las urnas  mañana domingo.

Es necesario reconocer que el expresidente Uribe tiene una capacidad para introducirse en la mente de sus seguidores. Los cambios de ideas y las discusiones políticas son razonables y moderadas, salvo cuando se llega a estar en desacuerdo con lo que se supone que dice Uribe. En ese momento los más apaciguados, tolerantes y amigos de los cambios de ideas racionales toman una actitud desconocida. El uso del prodigio del internet no nos ha hecho inmunes a una buena cantidad de manifestaciones en pro de las ideas uribistas,  lo cual es digno de aplauso y tolerancia,  pero que pierden su valor por la cantidad y tamaño de las inexactitudes que se atreven a lanzar sin la menor vergüenza. Con eso pretenden  convencer a la gente a favor del No. Es posible que consigan su propósito; eso lo sabremos una vez que se conozcan los resultados de las próximas elecciones.  Ya se puede imaginar la opinión pública la reacción una vez se conozcan.

Me declaro partidario de las declaraciones de los expresidente de Brasil y Chile cuando nos aconsejan diciendo que a la paz hay que darle la oportunidad.