Comenté en columna anterior la satisfacción del Jesuita, P. Alfonso Llano, al llegar a sus “95 años bien vividos”. A renglón seguido, apareció congratulación a otro gran colombiano, quien fuera “Zar del Café”, Dr. Jorge Cárdenas Gutiérrez, nacido en Medellín. Hizo primeros estudios en el Colegio S. Jorge, luego Derecho y Ciencias Políticas en la U. de Antioquia, y Maestría en Administración en U. de Syracuse en EE.UU.
Importante para Jorge su vinculación con el Dr. Gabriel Betancourt Mejía, quien fuera ministro de Educación, y con el Dr. Arturo Gómez Jaramillo, quien, con Don Manuel Mejía, fueron impulsores de la Federación Nacional de Cafeteros. Ésta surgió en 1927, 27-08, con gran impulso de quien fuera luego Presidente de la República, Dr. Mariano Ospina Pérez, y su primer Gerente estable. Comenzó su carrera como Juez, y pasó luego al sector empresarial. Llegó a la Gerencia de la Federación en 1983, en la cual, tuvo intervenciones trascendentales para esa entidad, para el gremio cafetero, y para el País en general. Estuvo allí hasta el año 2.002.
El Dr. Jorge recibió el honor de ser señalado “ejecutivo del año” en 1967 (a sus 37 años), y, más tarde, en 1993, siendo Gerente de la Federación, como “El hombre del año de la Industria Cafetera”. Al lado de su testimonio en su gestión administrativa, está su excelente conducta ciudadana. Casado por matrimonio católico con Doña Cecilia Santamaría, ha tenido como principal fortaleza su familia, en la cual han surgido cuatro hijos, entre los cuales el Dr. Mauricio, quien ha sido ya destacado Ministro de Hacienda, el Dr. Jorge no lo ha expresado de palabra, sino con su vida que “han sido 90, años y bien vividos”.
Hace un año, “el Centro de Estudios Colombianos”, generosamente me dio honrosa condecoración, al tiempo que al Dr. Mauricio, hijo del cumpleañero, a quien justicieramente destacaron. En respuesta a ese bondadoso gesto, respondí con unas reflexiones que titulé “Hacia estable prosperidad empresarial”. Entre los asistentes estaba el Dr. Jorge, y, cuando pronunciaba mis palabras, me parecía estar leyendo en su vida cuanto recomendaba a ese selecto auditorio, de lo cual está bien recordar un poco.
Encabecé mi intervención con esta exhortación, valida en todo tiempo: “No te dejes vencer por el mal, antes bien vence el mal con el bien” (Rom. 12,21). Advertía que si acudía a ella era no solo por su sentido religioso sino porque no se opone a la prosperidad de los pueblos, y que contribuye a ella. A propósito repetí cuanto dijera el gran Pontífice S. Juan Pablo II, en Lima (01-02-85): “El hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero sin Dios no puede menos que organizarla contra el hombre”.
Concluía, y hoy lo repito a mis benévolos lectores, señalando como secuencia la invitación a llevar adelante un vivir en humilde paz, en conveniente altura: “optando definitivamente por la honestidad, la bondad, rectitud en el obrar a toda prueba”. Así iremos sembrando sanos principios, con el pregón del propio testimonio, el Dr. Jorge, y sus amigos, si seguimos sus pasos con la ayuda de Dios, sentiremos que los días, meses y años han sido “bien vividos”, a pesar de nuestras humanas flaquezas.
*Obispo Emérito de Garzón
Email: monlibardoramirez@hotmail.com
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