Promesas de campaña | El Nuevo Siglo
Viernes, 18 de Marzo de 2022

Hace algunos días sorprendió la noticia que el gobierno nacional llevaba ya un 84% del acuerdo de punto final, un desembolso aproximado de 6,3 billones de pesos de un total de 7,3 billones que se habían prometido en campaña presidencial hace 4 años, con el fin de ponerse al día con la deuda que se tenía con las EPS del país.

En su momento esta propuesta de campaña generó interrogantes sobre cuál era el sentido del pago de esta deuda; teniendo en cuenta que lo que se requería con urgencia eran continuar con cambios estructurales en el sistema de salud, que permitieran pagar por ejemplo salarios atrasados del personal de salud, mejorar la calidad de la atención al usuario, generar sostenibilidad financiera sin disminuir coberturas, reenfocar el sistema hacia el bienestar de la población y no, al logro a toda costa de la curación o uno mejor, reevaluar el esquema de pago a las IPS buscando formas diferentes al pago por evento, como por ejemplo pago con incentivos por logro de resultados positivos en salud.

Por esta razón, me causa cierta curiosidad esta noticia, porque lo que realmente esperaba leer no era del cumplimiento de una promesa de campaña, sino sobre el impacto real del pago de estos dineros o mejor sobre los resultados en salud logrados con esta medida.

Felicito al Gobierno Nacional por este logro, sin embargo, es paradójico, que no hay cambios en el sistema de salud y más viendo como en los últimos meses la Superintendencia de Salud intervino y cerró dos EPS en el país y reubicó a sus afiliados en las EPS que según el Gobierno mejor se desempeñan, sin pensar que esto puede ponerlas en dificultades importantes, porque en parte esto puede ir en contra de sus modelos de gestión en salud y por tanto al saturarse de personas gravemente enfermas y desatendidas crónicamente, podrían dejar ser tan eficientes y esto se traduciría en deterioro en la atención. Entonces no era este acuerdo de punto final para pagar deudas pendientes a todas las EPS, pudiendo evitar por ejemplo que algunas que venían haciendo su mejor esfuerzo por sobrevivir con varios años con resultados en rojo por el dinero que se les adeudaba. ¿No se hubieran podido salvar en pro de los afiliados que fueron los más damnificados?

Realmente esto genera mucha incertidumbre del futuro del sistema de salud en Colombia, un sistema que se estiró lo que más pudo para responder a los requerimientos de una Pandemia que al parecer nunca parará y que mostró todo lo bueno que tiene como sistema, pero que cuenta con una reputación muy mala entre la población, porque la mala atención y la inhumanidad a la que nos enfrentamos en el día a día no se resuelven con dinero, se resuelven replanteándonos los propósitos y los fines del mismo sistema y realizando probablemente cambios de fondo. Pero desafortunadamente caímos en la cotidianidad de las promesas electorales y por eso ahora algunos creen que hay que acabar las EPS y volver al esquema pasado, que claramente lo único que traerá será peor atención y probablemente muchas personas perderán afiliación y cobertura, o por otro lado llegará otro candidato que prometa seguir pagando las deudas históricas, pensando también que esto resolverá los problemas que la gente implora se resuelvan.