Chávez hará fraude en las elecciones
Nuestro nuevo mejor amigo, el exteniente coronel Chávez, se ha preparado para las próximas elecciones. Ha cerrado o amedrentado los medios que le hacían oposición, ha metido a sus enemigos políticos a la cárcel, hace campaña a base de insultos y ha utilizado los dineros del Estado para hacerse propaganda, como lo vemos todos los días en los canales de TV por cable. A los candidatos les han dado tres minutos para publicidad por TV y cuatro por radio. Pero Chávez utiliza más de una hora, sin contar con la obligación de los medios de encadenarse en sus discursos.
El órgano electoral venezolano (CNE), que no es independiente, ha prohibido que haya veedores nacionales o internacionales en los comicios. Chávez pretende hacer fraude. No lo digo yo, lo dicen un estudio del 19 de septiembre de Ray Walser de la Heritage Foundation, uno de los centros de pensamiento más reconocidos de los Estados Unidos, un análisis de Doug Shoen, analista político muy serio, publicado en Forbes el 22 de septiembre y un informe del 21 de septiembre en el diario ABC de Madrid, con abundante documentación.
Según estos pensadores, bien informados, entre más apretadas sean las encuestas -y lo son a pesar de que los encuestados se mueren del susto de dar sus opiniones- más grande es la tentación de Chávez de hacer fraude. Hay amenazas de violencia si Chávez llega a perder. El presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores del Petróleo ha dicho que “es imposible que Capriles gane… nosotros los de la clase trabajadora no lo vamos a permitir.” Y el presidente de Pdvsa ha dicho que los 125.000 trabajadores de esa empresa están obligados a votar por Chávez.
El voto electrónico no es garantía alguna pues está conectado a un sistema de autenticación por huella digital, de manera que deja de ser secreto. Las mesas de votación son abundantes y bien servidas en las zonas conocidas de mayoría chavista y escasas y sobrecargadas en las de mayoría oposicionista.
Las elecciones serán vigiladas por el Ejército (el Ministro de Defensa dijo el otro día que el Ejército es chavista) y, en las zonas de oposición, por milicias urbanas armadas con fusiles AK-102, la versión venezolana de los AK-47.
Como los observadores han convalidado elecciones fraudulentas anteriores (la OEA y una misión del Centro Carter avalaron la del referendo en agosto de 2004, cuando las encuestas a boca de urna daban 60% a la oposición y solamente 35% al Gobierno) la CNE cree que goza de credibilidad y no habrá dificultades. Y así será.
Obama ha mantenido una actitud que no es ni siquiera expectante y Santos ha dicho que Chávez es un factor de estabilidad en la región. ¡Lo que les espera a los venezolanos: el socialismo irreversible del siglo XXI!
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Coda: La declaración de María Isabel Rueda de ser abortista integral me dejó atónito. Ojalá no vaya a parecerse a Florence Thomas.