A menos de diez días de culminar el primer mes del año, entramos ya en la recta final del periodo de los Alcaldes en nuestro país. Entonces, llegó el momento de hacer la evaluación de sus mandatos.
Puede afirmarse que le ha ido bastante bien a los que han estado al frente de las cinco más grandes ciudades, de menor a mayor, repasando en apretada mirada, encontramos a Rodolfo Hernández, Alcalde de Bucaramanga, quien aunque burdo en sus maneras ha logrado rescatar a esa pujante ciudad de las garras de la politiquería y la corrupción, en que ha estado sumida desde décadas atrás. Con su enérgico y dinámico proceder demuestra que las ciudades que saben elegir buenos mandatarios pueden construir una ruta de progreso.
En Barranquilla, Alex Char, en su segundo mandato, gobernando desde las calles y en conectado con los ciudadanos ha logrado mantener firme el timón, guiando a su ciudad en la sorprendente recuperación que se viene dando desde hace unos doce años atrás.
Haciendo equipo con Eduardo Verano, Alex Char, invirtiendo al alimón, con el Gobernador, sobretodo en educación, salud, deporte y mejor infraestructura, consiguieron recuperar el entusiasmo de sus gobernados y ahora el optimismo cunde en todos los estratos sociales y se vislumbran días mejores en los años por venir.
En Cali, aunque con resultados menos espectaculares, hay que reconocer que el Alcalde Maurice Armitage logró, también, enderezar el rumbo de la ciudad. Hoy se respira en la autoproclamada sucursal del cielo, un aire menos politiquero, pareciendo que está a punto de renacer aquel civismo que la caracterizó en un pasado no muy lejano. Los resultados de su gestión habría podido ser mejores sí las relaciones con la Gobernadora Dilian Francisca Toro hubiesen sido de mayor armonía.
Pero debe decirse que los mejores resultados han sido, sin duda, los de Medellín y Bogotá. En el valle de Aburrá, Federico Gutiérrez, durante su mandato ha perseguido la recuperación de la seguridad ciudadana, mejorar la educación y las obras de infraestructura. Ahora muchos analistas empiezan a verlo con posibilidades de una futura candidatura Presidencial. Su relación con el Gobernador Luis Pérez, aunque fría, consiguió priorizar muchos temas realmente sensibles para la población paisa.
Pero es realmente singular el caso de Enrique Peñalosa, pues aunque nunca pudo sintonizarse con los bogotanos ni alcanzó a repuntar en las encuestas, todos reconocen que ha desarrollado un trabajo serio y de grandes dimensiones, sobre todo en la proyección de obras proyectadas.
Si logra contratar el Metro, las nuevas vías que mejorarán la movilidad, los nuevos colegios y parques, será recordado como el mejor Alcalde que ha tenido Bogotá en el último cuarto de siglo.
Ante tan alentadores resultados, sería deseable que en la reforma política que se discute en el Congreso se estudie la posibilidad de autorizar la reelección de los alcaldes de las grandes ciudades, donde precisamente hay posibilidades de que triunfe el llamado voto de opinión. Ojalá Cartagena logre incluirse pronto en esta lista.