El dictador venezolano Nicolás Maduro, otra vez fue derrotado en las urnas, por tercera vez y como sucedió en la primera ocasión cuando reemplazó a Chávez, manipuló el sistema electoral, dando un resultado amañado en su favor y luego señalado que no habría lugar al recuento y verificación de votos.
Esta vez parece que las cosas no le van a salir como en las anteriores, pues fue evidente el fraude electoral, como lo ha denunciado la oposición, que reivindicó la victoria de su candidato Edmundo González Urrutia, quien ha sido acompañado durante toda la campaña por la líder opositora María Corina Machado, candidata inicial del movimiento hasta su inhabilitación por el mismo régimen y quienes dicen tener pruebas que les otorga una victoria por más de tres millones y medio de votos.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), manejado por Maduro, lo proclamó para un tercer mandato de seis años con 5,15 millones de votos (51,2%), tras el escrutinio del 80 % de los votos. En tremendo espectáculo en presencia del gobierno y sus abúlicos nacionales y extranjeros, el dictador en hábil discurso, acusó a todo el mundo de pretender darle un golpe de Estado: al imperialismo, a la derecha fascista, a los ricos como Elon Musk, etc. Tras de ladrón bufón dice el refrán.
Todo parece indicar que esta vez su pantomima no le está dando los resultados buscados. La auto adjudicación de la victoria de parte de Maduro ha generado una nueva crisis política en el país, donde la oposición de la Plataforma Unitaria Democrática denuncia que ganó los comicios por una diferencia de más de 30 puntos porcentuales y que tienen las pruebas necesarias para probarlo.
El lunes en la noche miles de venezolanos salieron a las calles a mostrar su descontento contra el régimen de Nicolás Maduro y la protesta tiende a extenderse por todo el país. Hay cientos de personas detenidas; se cumple el vaticinio del dictador y empieza a rodar la sangre por las calles. La fuerza policíaca, comienza a pasarse al bando del pueblo ofendido. Los líderes de la oposición triunfante, María Corina Machado y Edmundo González, afirman tener las actas electorales necesarias para acreditar su aplastante triunfo.
La Organización de Estados Americanos (OEA) aseguró en su informe sobre las elecciones que el régimen de Nicolás Maduro “se burló” de la comunidad internacional y aplicó varias acciones para distorsionar el resultado final de los comicios. Pidió a los países de la región no reconocer los resultados. La comunidad internacional comienza a retirar sus delegaciones diplomáticas ante la evidencia del fraude y a romper relaciones con el régimen de Maduro.
Una verdad se impone por los hechos ocurridos ahora y antes: Maduro no entrega el poder y manipula los comicios electorales. Así las cosas, otros métodos habrá que poner en marcha, para que se respete la democracia; ¡el pueblo venezolano hace respetar sus decisiones! Nuestra solidaridad con el pueblo venezolano.