Uribe, líder único e irrepetible | El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Diciembre de 2016

La capacidad de trabajo del expresidente Uribe es verdaderamente envidiable y contagiosa, a juzgar por lo que hace y por la manera como trabajan todos sus seguidores. Es de admirar, además, la capacidad que tiene de introducirse en todos los vericuetos mentales de todos los llamados uribistas,  los cuales, sin que les falte razón a quienes así razonan, son denominados furibistas para hacer relación a la manera como se comportan cuando tropiezan con alguien que difiere en aspectos substanciales o no, de la manera de pensar de su líder que es único e irrepetible. 

En alguna ocasión una persona se atrevió a mencionar en frente a un uribista que su jefe calzaba zapatos mucho muy grandes. Mejor dicho que era de pata grande. Cómo había llegado a esa conclusión no lo dijo, pero parece que con esta sencilla e inocente observación  pudo haber infringido la opinión de su interlocutor quien se sintió agredido e hizo honor al apelativo de furibista; tal vez entendió que se estaba refiriendo a algo diferente al de haber observado que usa zapatos bastante grandes, no porque le queden grandes, sino porque tiene pies ídem. Esta es una pequeña anécdota que no tiene sentido diferente al de hacer notar cómo está a flor de piel la sensibilidad  de estos nuestros queridos compatriotas.

Difícilmente se puede sostener una conversación  sobre temas de actualidad política con un amigo con el cual haya puntos de vista diferentes, sin correr el riesgo de ver lesionada la amistad.  La sensación que se tiene es que la manera de pensar de Uribe cala tanto en la inteligencia de sus seguidores que se parecen en su accionar a su líder por la intemperancia con la cual  conducen y defienden sus puntos de vista. 

Su combo en el Senado parece ser de la misma índole; tiene seguidores y seguidoras que merecen el mayor respeto y consideración pero a veces salen con unos exabruptos que dejan a quien los oye de una sola  pieza. Hacen recordar a Trump en su campaña electoral. Eliminar los cuerpos colegiados, Senado y Cámara, porque a ellos va a apelar el Presidente de la República con el convenio que firmó con las Farc no les gusta; es perfectamente comprensible, pero de ahí pedir que el Congreso sea disuelto hay una cierta diferencia de apreciación  entre causa y efecto.

Parece ser que los corresponsales de Uribe existen más o menos con la misma tónica de sus seguidores locales. Corresponsales extranjeros hacen eco de sus puntos de vista sobre la política colombiana.  Tienen derecho a opinar, con lo cual no hacen sino enriquecer el debate.

El señor Díaz Balart, republicano muy cercano al presidente electo Donald Trump a través del vicepresidente electo Mike Pence, es la persona que obra de corresponsal oficioso de Uribe en los futuros Estados Unidos, a partir de enero próximo.  También está de acuerdo con la descalificación al Congreso nuestro para los efectos de la consideración del acuerdo firmado  con las Farc.  ¡Este es un preámbulo de lo que será la próxima campaña electoral!