Ácido hialurónico, cómo aplicarlo y qué beneficios tiene | El Nuevo Siglo
Los rellenos de ácido hialurónico ofrecen resultados inmediatos y un alto perfil de seguridad cuando son aplicados por profesionales capacitados. / Foto cortesía prensa
Domingo, 2 de Marzo de 2025
Redacción Cultura

El ácido hialurónico es una sustancia natural presente en el cuerpo humano, especialmente en la piel, los ojos y las articulaciones. Su capacidad para retener grandes cantidades de agua lo convierte en un componente esencial para mantener la hidratación y elasticidad de la piel.

Por este motivo, el doctor Daniel Díaz Torrado refiere que, en los últimos años, esta sustancia ha ganado una amplia popularidad en la medicina estética debido a sus propiedades versátiles y su perfil de seguridad, convirtiéndose en uno de los productos más utilizados para mejorar la apariencia facial y corporal de manera no invasiva.

Según el doctor, para emplear el ácido hialurónico en procedimientos estéticos, este debe combinarse con un agente reticulante que le proporcione viscosidad y permita generar el volumen deseado. Uno de los reticulantes más comunes es el BDDE (1,4-butanodiol diglicidil éter). El grado de reticulación del producto es fundamental para evaluar su seguridad. A mayor porcentaje de BDDE, mayor es el riesgo de complicaciones a futuro, como el ETIP (Edema Tardío Intermitente Persistente), migración del producto a áreas no deseadas y la aparición de nódulos. Por lo tanto, el control de calidad del ácido hialurónico y su correcta selección según la indicación son aspectos críticos para minimizar riesgos.

Historia clínica

“Antes de realizar cualquier procedimiento estético con ácido hialurónico, es imprescindible llevar a cabo una anamnesis detallada o historia clínica. Esta evaluación permite identificar posibles contraindicaciones o antecedentes que puedan poner en riesgo la seguridad del paciente o del médico tratante. Es esencial conocer si el paciente se ha sometido previamente a procedimientos similares y, si es posible, realizar una ecografía facial antes de cualquier aplicación de inyectables. Esto ayuda a identificar riesgos potenciales, como la presencia de biopolímeros”, refiere.

El principal objetivo del ácido hialurónico en la medicina estética es lograr una armonía facial teniendo en cuenta la anatomía y las necesidades individuales de cada paciente. La personalización del tratamiento es clave, ya que cada rostro es único y requiere diferentes técnicas y cantidades de producto para obtener resultados naturales y equilibrados.

Por ejemplo, la técnica de Masculinización Facial, desarrollada en Brasil, está diseñada para realzar los rasgos masculinos, como un mentón prominente, una mandíbula definida con ángulos rectos, pómulos destacados, una nariz proporcional y una mirada penetrante. El objetivo es lograr un equilibrio estético que conserve la naturalidad del rostro.

¡Cuidado!

Para garantizar la seguridad y efectividad de los procedimientos, el ácido hialurónico debe ser aplicado por un médico especializado en medicina estética. Un conocimiento profundo de la anatomía facial y las técnicas de inyección es esencial para evitar complicaciones como migraciones del producto, edemas o necrosis tisular. Esta sustancia debe inyectarse en las capas correctas de la piel y evitar áreas de alto riesgo anatómico, como las zonas cercanas a los vasos sanguíneos importantes, para prevenir complicaciones graves como la ceguera.

Además, no solo es utilizado para dar volumen, sino también se han logrado desarrollar técnicas con productos no reticulados que su mayor objetivo es la bioestimulación de la piel, dando un efecto tensado, turgente y saludable a la piel con el paso de las semanas. Esto se logra ya que se inicia un proceso de generación de colágeno y elastina tras engrosar la matriz extracelular gracias a este tipo de ácidos hialurónicos, así que no solo se consigue una reposición volumétrica sino también la mejoría en la calidad de la piel.

Una de las ventajas del ácido hialurónico es su carácter mínimamente invasivo, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan resultados visibles sin someterse a cirugías complejas o largos periodos de recuperación

Tras el tratamiento, es importante seguir ciertas recomendaciones para optimizar los resultados y minimizar riesgos: Evitar la exposición directa al sol para prevenir hiperpigmentación, no asistir a saunas, piscinas o gimnasios durante al menos cuatro días; beber abundante agua favorece la integración del ácido hialurónico en los tejidos, aportando un aspecto más natural y saludable.