Balancee desayuno en vacaciones | El Nuevo Siglo
Miércoles, 16 de Diciembre de 2015

Con la llegada de las vacaciones, los niños suelen despertarse más tarde y omitir la comida más importante del día: el desayuno. Esto puede ser perjudicial para el menor, ya que una alimentación saludable en la mañana no solo contribuye a la prevención de enfermedades, también ayuda al crecimiento de los niños y evita el déficit de nutrientes.

Por esta razón, se debe crear una cultura entorno al desayuno que, en compañía de los padres, ayude a generar hábitos saludables en los menores. De acuerdo con Fernando Charry, médico pediatra adscrito a Colsanitas, “lo ideal es convertir las mañanas en espacios para fortalecer los lazos familiares. Sobre todo en esta época de final de año, pues  tenemos suficiente tiempo para comer con calma, sin afanes ni distracciones”.

Sin duda, la mejor forma de comenzar el día es con una comida energizante, rica y fácil de consumir. Por esta razón, Colsanitas recomienda los siguientes alimentos para tener un desayuno balanceado:

Cereales o harinas:proporcionan la energía o el combustible necesario para desarrollar las actividades diarias y además son fundamentales para tener un crecimiento adecuado. Consumir cereales favorece la ingesta del calcio que proviene de la leche, al mismo tiempo que aportan vitaminas del complejo B y minerales como hierro. Además, contienen fibra para la buena digestión.

Frutas:son esenciales para iniciar la primera comida del día, ya que son una excelente fuente de vitaminas. Se pueden consumir enteras o en jugos, siempre que sean naturales.

Proteínas:sin estos alimentos no hay formación de tejidos en el organismo y el niño no puede crecer ni desarrollarse como debe ser. El huevo, la carne, el pollo, el queso, entre otros, no pueden faltar en el menú infantil. Las familias vegetarianas deben asesorarse muy bien para garantizar un buen aporte de proteínas para los niños.

Los lácteos:como leche o yogures, proporcionan proteínas, azúcar (lactosa) y minerales como el zinc, el magnesio y el calcio, que son de gran importancia en la infancia y a lo largo de la vida, a pesar de que se haya finalizado la etapa del crecimiento.