Medio siglo jugando un gran papel en el arte
Un pacto con el arte y con el planeta. En esta frase se puede resumir la visión, misión y contenido del Calendario Propal 2012, que ayer fue presentado por las directivas de Carvajal Pulpa y Papel y en el que, como ha sido tradicional en los últimos años, se apuesta por los artistas jóvenes.
Con la curaduría –también ya institucional- del maestro Eduardo Serrano y rotulado con el título de “Art Eco”, la edición 2012 de esta joya artística en que se ha convertido el Calendario, plasma doce obras (de igual número de pintores) que traslucen la preocupante realidad medioambiental e invitan al espectador a reflexionar sobre la urgente necesidad de coadyuvar en la construcción de un mundo ecosostenible.
“En cumplimiento de uno de los ejes estratégicos de la empresa, el cuidado medio ambiental, hemos querido significar con este calendario la expresión gráfica de los riesgos y desafíos que tiene la compañía al cumplir sus primeros 50 años de operaciones”, explicó Eugenio Castro Carvajal, presidente de Carvajal Pulpa y Papel.
Y es que realmente desde su carátula, “Eco Art” hace honor a su nombre, ya que ésta fue diseñada con un papel ciento por ciento ecológico, ya que proviene de la pulpa del bagazo de caña de azúcar y sin adicionarle blanqueador alguno. Adicional a ello, la introducción a las obras escogidas para ilustrar cada mes del año hay un proverbio indígena que reza “La tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”.
El curador del Calendario, el maestro Serrano destaca el mecenazgo y la innovación que Carvajal ha tenido con este además de bello, ambicioso proyecto y señala que esta edición reúne a doce artistas que trabajan temas ecológicos, demostrando que la competitividad y el medio ambiente no son excluyentes.
“Estas son obras del arte contemporáneo, que se alejan claramente del arte de otras épocas, bien por su temática de evidente vigencia y pertinencia o por los materiales empleados y las novedosas vías de su realización o por los conceptos creativos o expresivos que incorporan”, manifestó el maestro.
Y agregó que “todas ellas son una invitación al espectador a reflexionar sobre el planeta y su sostenibilidad”.
El 2012 abre con una pintura de Sair García, quien ha plasmado en sus trabajos el tema de los desplazados pero no sólo por la violencia o las condiciones políticas sino por la naturaleza. Su obra atrapa al espectador para que vea las catástrofes ambientales. El mes que sigue es una pintura sobre acetato de Carolina Convers y que simboliza dos imágenes de arbustos que parecen iridiscentes y por sus dos caras. Desde esos dos ángulos de la naturaleza muestra los cambios de la misma.
Para marzo se escogió una producción de William Bahos, quien siempre ha trabajado la intimidad del cuerpo para producir parajes y finalmente simbolizar que la naturaleza es sagrada. El mes siguiente es una composición bastante sugestiva de Luis Francisco Pérez que puede resumirse en un monumento conmemorativo al pasado, ya que donde existió un frondoso bosque sólo queda naturaleza muerta e irónicamente el color del mismo lo dan los carros y la contaminación que éstos producen.
El trabajo de Edwin Monsalve es sinnigual por su forma de elaboración y mensaje, ya que al artista resignifica las imágenes de la Expedición Botánica pero con la clorofila de plantas que están en vía de extinción, las mismas que plasma en su obra. Esta es la ilustración de mayo.
Junio está ilustrado con un mapa hipotético de un huracán o tormenta ciclónica realizado por Verónica Uribe, mientras para el mes de julio se escogió una pintura realmente impactante de Ramiro Ramírez. Se trata de una visión aérea de la zona del Voto Nacional en Bogotá pero a la que añadió un gran agujero negro para simbolizar el riesgo del creciente calentamiento global.
La obra de Ismael Rivera que simboliza un iceberg que se rompe en pequeños segmentos es la que ilustra el mes de agosto, mientras que el siguiente trata el tema del reciclaje con el trabajo de Leonardo Cortés.
El último trimestre del año tiene el trabajo de Alex Rodríguez que reproduce una carátula de la revista Art Forum para simbolizar que evidentemente la “fe mueve montañas”; el de Widy Ortiz , quien confronta diversas prácticas artísticas simultáneamente y las representa con lujo de detalles en un faisán y, finalmente diciembre, con la obra de Fredy Alzate en la que evoca que en la naturaleza, siempre pese al caos que se pueda generar, hay un orden y una armonía interna.
Esta es la cuidadosa y excelsa reunión artística del Calendario que tuvo nuevamente el diseño y la creatividad a cargo de Manchola & Asociados y que tanto por su calidad, significación y formato (70 x 100 cmts) se ha convertido en toda una institución para los colombianos.
TRONCOS, de William Bahos
TIERRA CALIENTE, Ismael Rivera
TEMPERIE, John Fredy Alzate