Criticar al cine colombiano sin verlo | El Nuevo Siglo
Viernes, 25 de Octubre de 2013

Por: Jerónimo Rivera Betancur

Profesor de la Universidad de La Sabana

El cine  colombiano no es el mejor del mundo, eso es evidente para cualquiera (aun para los directores); pero de allí a que todas las películas sean malas y hablen de lo mismo hay un abismo. Los colombianos acostumbramos criticar lo que se hace en el país mientras consumimos obras de inferior calidad de otras latitudes y eso también pasa con productos como las películas.

La apatía frente al cine colombiano es evidente también en los exhibidores  que dan muy poco tiempo  a una película nacional para recuperar su inversión y ceden a las presiones de los grandes distribuidores de Hollywood que ofrecen mayor rentabilidad. Tener una sala de cine es un negocio, por supuesto, pero lo que allí se vende no es solo entretenimiento.  La fría estadística dice que el 8% de los colombianos prefirió ver cine nacional en 2012, pero también que una sola película (El Paseo 2) subió el indicador en un par de semanas  y otras no tuvieron más de ocho días de exhibición.

El cine nacional es, querámoslo o no, un reflejo de nuestra identidad y cultura, y verlo nos permitirá apreciarlo en sus justas dimensiones para apoyarlo o criticarlo con argumentos.  Muchos dicen que el cine nacional aborda siempre los mismos temas y tiene muy mala calidad técnica, ¿Será que para hacer este juicio se han basado en una cantidad suficiente de películas?

Más de un millón de dólares, años de trabajo y una centena de profesionales dependen de que la gente quiera y pueda ir a cine el fin de semana del estreno para que su película tenga alguna oportunidad. No se trata de ir al cine por lástima o por “apoyar” al cine nacional, al contrario, la idea es que los espectadores, exhibidores y el Estado tomen conciencia de la importancia que éste tiene como producto cultural para permitirle crecer y mejorar.