Diseñadores y clientes estimulan Alta Costura | El Nuevo Siglo
Jueves, 24 de Enero de 2013

La Alta Costura, que hace unos años, golpeada por la crisis, veía su futuro con incertidumbre, goza ahora de buena salud, gracias a las firmas históricas que se adaptan a una nueva clientela, sobre todo de países emergentes como Brasil y Rusia, y a la pasión de nuevos diseñadores.

El empresario francés Didier Grumbach, que preside la Federación Francesa de la Costura, señaló a la AFP que "nunca ha habido tantos nuevos clientes como ahora", tanto para la Alta Costura, donde los vestidos pueden costar varios cientos de miles de euros, como para el prêt-a-porter de lujo, que ofrece ropa por unos 15.000 euros.

No hay cifras que cuantifiquen la multimillonaria industria de la moda, ni mucho menos a la selecta Alta Costura. Pero este sector -prohibitivo para la mayoría de los mortales, pero que hace soñar a mujeres en el mundo entero- saborea una recuperación, dijo con optimismo el presidente de la casa Dior, Sidney Toledano.

La división Couture de Dior tuvo un "año excelente", con nuevos clientes, especialmente de Asia y Sudamérica, dijo Toledano, quien se congratuló de que también en Estados Unidos se registró un notable repunte "del consumo de lujo".

El jefe de Dior, cuyos beneficios se incrementaron más de un 20% el año pasado, subrayó que la casa tiene "cada vez más clientes jóvenes", gracias sobre todo a Raf Simons, el nuevo director creativo, que propone colecciones lujosas pero fáciles de usar, a diferencia del talentoso pero extravagante John Galliano, despedido en el 2011.

La nueva clientela viene también del Medio Oriente y del Lejano Oriente, como China, se comprobó durante estos cuatro días de desfiles, que concluyeron este jueves.

"En Asia hay mucho dinero nuevo", observó Emily Hwang, una inversora de Singapur, que confió a la AFP que había descubierto la Alta Costura hace poco, y que se había convertido en cliente de las casas emblemáticas, como Dior y Chanel, pero también de nuevos diseñadores, como Alexandre Vauthier y Julien Fourié.

A esta buena salud del sector más ostentoso y caro de la moda contribuyen también los nuevos diseñadores invitados por la Cámara Sindical de Alta Costura, que organiza los desfiles y establece los estrictos criterios para el título "casa de costura".

En estas pasarelas, que concluyen el jueves, participaron, al lado de las casas históricas, como Dior y Chanel, muchos creadores jóvenes, como el brasileño Gustavo Lins (ateliergustavolins), que es ya miembro titular de la Alta Costura, tras haber sido invitado cinco años seguidos, y en el calendario "off" el venezolano Oscar Carvallo.

Modistas como las francesas Bouchra Jarrar y Béatrice Mulder Lefranc y la holandesa Iris van Herpen, invitadas a desfilar por la Cámara Sindical, sugieren que la Alta Costura no es un sector en vías de extinción, como se pensó hace unos años, y que pervive y se desarrolla, estimó el presidente de la Federación Francesa de la moda.

"Alexandre Vauthier, uno de los invitados a desfilar en el calendario oficial de estas pasarelas, realiza por ejemplo una fuerte cifra de negocios en la Alta Costura", destacó Didier Grumbach, que dijo que una de las metas de la Federación busca "impulsar nuevos creadores".

Ellos enfrentan sin embargo varios obstáculos, empezando por el coste de organizar un desfile de alta costura, que ha sido estimado en unos 150.000 euros (217.000 dólares) por algunos especialistas de moda.

Algunos de esos creadores han superado este obstáculo ofreciendo presentaciones de sus colecciones en pequeños talleres, como hizo este jueves el talentoso Hervé L. Leroux, que presentó por primera vez su colección durante la Alta Costura, proponiendo espectaculares vestidos largos, con intricados drapeados, de una elegancia clásica y chic.

Otros, como Alexis Mabille, organizaron sus desfiles en la Alcaldía del distrito cuatro de París, el Marais, que puso sus hermosos salones a disposición de diseñadores por una suma simbólica, de entre 1.000 a 3.000 euros.

"¿Quienes son los clientes dispuestos a comprar ropa de estos jóvenes diseñadores, que cuestan en promedio entre 15.000 y 20.000 euros", preguntó la AFP a Leroux.

Mis clientes "tienen entre 16 a 70 años", y vienen cada vez más de Estados Unidos, Rusia, Medio Oriente y Asia, aseguró el diseñador.

Los próximos desfiles de Alta Costura, para el próximo invierno, tendrán lugar en julio.

AFP