En 1958 el padre Rafael García Herreros había iniciado la construcción del Barrio Minuto de Dios y solo ocho años después inauguró el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá (MAC) en la sala magna del colegio, algo poco usual y bastante inusitado en los extramuros de la capital.

Este 17 de noviembre el MAC cumple 55 años de fundación. En su momento fue el pionero en llevar la cultura a las zonas periféricas de la ciudad, lo cual desencadenó una aguda polémica en 1963, cuando el padre pronunció por televisión su “Parábola del museo”, en la que hacía énfasis en la función social de cultura, algo insólito para la exclusiva sociedad colombiana de aquella época.

Si bien la idea no tuvo inmediata acogida, se fue abriendo paso con el apoyo de artistas, gestores culturales y los mismos habitantes del barrio que vieron colmadas sus expectativas con la apertura de su primera sede en 1966, ante la mirada atónita de quienes no lo creyeron posible. Pero no se quedó allí, en 1970 abrió su propia sede con un edificio de tres plantas que muchos apodaron como el “Guggenheim bogotano” por sus similitudes arquitectónicas.

La celebración se llevará a cabo este miércoles, en la sede del Museo. Y a propósito de este importante aniversario EL NUEVO SIGLO habló en entrevista con Gustavo Ortiz, director de la institución cultural, en la que hace un balance de lo que han sido estas más de cinco décadas de historia.

EL NUEVO SIGLO: El Museo de Arte Contemporáneo llega a sus 55 años de fundación ¿Cuál cree que ha sido el rol de la institución durante su historia precisamente para el arte contemporáneo en Colombia?

GUSTAVO ORTIZ: Este museo tiene unas cualidades muy especiales, sobre todo que logró romper ese mito o círculo vicioso de que la cultura era para las élites. Ese fue el deseo de su fundador, el padre Rafael García Herreros, quien decía que la cultura no podía estar solo en un centro histórico de las ciudades.

Por eso, él decidió crear un museo en un barrio popular, en la periferia de la ciudad, aunque hoy ya estamos en el nuevo centro geográfico de Bogotá. Pero creo que es uno de los principales logros, haber descentralizado la cultura. Así como también darle ese significado social porque desde lo que el padre se propuso en la parábola del museo cuando la enunció en 1963, precisamente era darle a la cultura esa obligatoria función social que tiene y lo ha logrado a través de estos 55 años.

ENS: La pandemia afectó en gran medida a la cultura museal del mundo, lo que obligó a muchas instituciones a elegir el camino virtual ¿Cómo fue dar ese salto digital para el Museo?

GO: Continúo en este caso con la parábola del museo porque al final tiene una frase que para nosotros fue significativa y nos ayudó precisamente a afrontar este cierre temporal. Al final de la parábola, el padre decía: “Hay que adelantarse con alegría y libertad a la curva inexorable del tiempo y de la historia”. Nosotros entonces nos adelantamos, porque desde el 2012 ya el museo tenía exposiciones virtuales y digitalizada gran parte de su colección. O sea que cuando llegó el confinamiento nosotros ya hacía ocho años que estábamos trabajando en la virtualidad, por lo que para nosotros no fue nada extraño, ni fue un salto abrupto, fue algo natural y antes se incrementaron muchísimo más todos los procesos que veníamos realizando.

Le puede interesar: Regresa “Labio de liebre”, obra insignia del teatro colombiano

ENS: ¿Cómo ha sido la evolución de la colección del Museo?

GO: El padre inicialmente quería hacer un museo con cosas prestadas, pero eso tuvo mucha oposición. Por eso él decidió pedirles a los artistas jóvenes de Colombia que nos donaran algunas de sus obras. Así la colección empezó con esas 55 obras de artistas jóvenes colombianos y desde entonces ha venido apostándoles a los jóvenes, a través de diferentes proyectos como el Salón de Agosto, el Salón de Artes del Juego, el Salón de Nuevas Expresiones Plásticas y, en las últimas décadas, el Proyecto Tesis.

En este momento nosotros tenemos 1.600 obras de artistas no solamente colombianos, sino también latinoamericanos, europeos y norteamericanos. Desde hace tres años también estamos con una fuerte influencia o relación con el área circunpacífica, entonces tenemos obras de artistas coreanos, filipinos y estamos en camino para llegar a trabajar con varios artistas chinos.

Hay además algo muy importante que partió la historia de la museología del país en dos y es que nuestro museo recibió la acreditación internacional de alta calidad por parte de la Alianza Americana de Museos. Esto realmente es importante porque es el segundo museo, fuera de los Estados Unidos, que obtiene esta acreditación y esto genera una nueva forma de afrontar la museología y de entender los museos en nuestro continente en este momento de “pospandemia”.

Precisamente, unos días antes del confinamiento en marzo del 2020, recibimos esa grata noticia. Una meta por la que veníamos trabajando desde hace ocho años. Es una puerta que se abre porque ya estamos asesorando varios museos fuera de Colombia como el Museo de Guadalajara, algunos de Ecuador y de Argentina, entonces el Museo Contemporáneo se vuelve el motivador para que otros centros culturales empiecen este camino tan importante.

ENS: En su experiencia como director del museo ¿Cómo ha visto el consumo de arte en el país?

GO: Colombia es un país maravilloso y muy creativo. La gente y los artistas colombianos se caracterizan por su creatividad e ingenio y en todos los casos, no solamente en el arte. Y creo que eso es un reflejo porque vemos en nuestra colección que ha crecido. Vemos cómo a pesar de las diferentes dificultades y las limitaciones en la poca inversión que hace el Estado y la industria privada en la cultura, esta sigue porque genera otro tipo de enlaces y por eso la cultura siempre es expansiva.

ENS: ¿Cómo cerrará el año el Museo de Arte Contemporáneo? 

GO: Nos unimos esta semana a los 40 museos que participaron en la primera Noche de Museos de Bogotá. También inauguraremos tres muestras en paralelo, las cuales irán hasta mediados de febrero del 2022 y el 17 de este mes será nuestra celebración de los 55 años.

Luego tendremos una muestra muy importante, que se llama “Somos MAC”, un homenaje a todos los jóvenes que han creído en la cultura y que a través de sus diferentes manifestaciones son una esperanza y un desafío para el país. A través de este apoyo a los jóvenes artistas estamos generando esas nuevas posibilidades para ellos, posibilidades de valorar su trabajo, de comprar su trabajo artístico e incrementar la colección y también de generar nuevos intercambios y relaciones con los públicos.

Tendremos una serie de obras antológicas el año entrante y lógicamente nuestro proyecto Tesis, que ha sido durante estos 18 años un proyecto muy importante, seguirá el otro año con la versión número 19. Esperamos llegar a más de 20 ediciones en este proyecto que congrega a las nuevas generaciones y donde tenemos a los artistas más importantes del siglo XXI de Colombia.