Filarmónica transmite esperanza y unidad: David García | El Nuevo Siglo
Foto cortesia
Miércoles, 29 de Abril de 2020

La pandemia logró convertir a la Filarmónica de Bogotá en una orquesta nacional que emocionó a millones de personas alrededor del mundo con el concierto de Juanes. Así le dijo su director a EL NUEVO SIGLO.

 

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo surgió la idea de hacer las cinco presentaciones digitales que hemos visto?

DAVID GARCÍA: Al comenzar la cuarentena estuve reflexionando mucho sobre qué podíamos hacer en medio de esta dificultad y me gustaría mencionar que antes, cuando había presencia de público, nosotros ya estábamos pensando en cómo transmitir nuestras presentaciones por televisión y promoverlo por redes sociales. Pero con la cuarentena, esa disyuntiva se acabó y quedamos todos obligados al mundo digital.

La cultura tiene un enorme papel que jugar en estos momentos, el tema es cómo hacerlo. Nosotros queríamos hacer una diferencia porque la mayoría de las orquestas en el mundo lo que están haciendo es transmitir las grabaciones que tenían de antes. La filarmónica de Berlín, de Viena, están transmitiendo grandes conciertos del pasado.

Nuestro reto era y seguirá siendo el de producir y hacer música nueva en medio de esta situación. Por eso, decidimos hacer los cinco proyectos que hemos hecho hasta ahora (Colombia tierra querida, Soy Colombiano, el Himno Nacional con las seis orquestas más importantes del país, el concierto de la donatón, y el concierto con Juanes).

ENS: Dice usted que la cultura tiene un importante papel que jugar en esta pandemia. ¿Qué papel está jugando la Filarmónica de Bogotá?

DG: Ahorita hay que transmitir esperanza y unidad, pero a mí me preocupa una pandemia que pueda desencadenarse de esta crisis y esa es la pandemia mental que se nos avecina. Las personas están estresadas, deprimidas, preocupadas por su futuro, con muchísima incertidumbre por numerosas razones, en ese aspecto el arte y particularmente la música, juega un papel muy importante.

Y ahí es en dónde la Filarmónica de Bogotá hace algo vital: nosotros no estamos haciendo solamente entretenimiento para que la gente pase un buen rato, sino que estamos llenando de contenido espiritual ese espacio vacío, al interior de nosotros, que nos dejaron las actividades cotidianas que no podemos hacer.

ENS: Su papá fue fundador de la Filarmónica. ¿Cómo cree que habría asumido este reto?

DG: En estos días conversaba con él, le conté lo que estamos haciendo, se emocionó mucho y me hizo una reflexión que me emocionó bastante: cuando él llegó a la Filarmónica, llegó con su creación, solo hacían conciertos en teatros. La televisión no tenía tanta presencia en la vida cotidiana de Colombia y a él le tocó introducir la Filarmónica de Bogotá al mundo de la televisión. Lo hizo con la creación del programa “Música para todos” todos los domingos a las 11 de la mañana. A él le tocó el reto de la televisión y a mí me tocó la revolución digital. Creo que eso es algo muy bonito.

ENS: La primera vez que EL NUEVO SIGLO lo entrevistó y le preguntó cuál era su objetivo para este cuatrienio, usted mencionó que quería que esta fuera una Filarmónica itinerante que llegara a todas las 20 localidades de Bogotá, ¿cree que con esta coyuntura ese objetivo se superó con creces?

DG: Nosotros con la Filarmónica nos planeábamos llegar a 20 localidades y ahora, con el concierto de Juanes y con las piezas que hemos hecho, la Filarmónica pasó a ser una orquesta nacional. Convertimos la desventaja de no poder hacer conciertos presenciales, en una ventaja.

Nos reinventamos y aprendimos a dialogar digitalmente con todo el país y con muchos colombianos alrededor del mundo. Entonces sí, estamos haciendo mucha mayor presencia en medio de esta situación, lo que nos lleva a pensar que, cuando se acabe la pandemia seguiremos haciendo conciertos virtuales.

El concierto con Juanes fue un regalo de esperanza y por eso escogimos el nombre “Volverte a ver”. Cada una de las canciones tiene un mensaje muy relacionado con lo que estamos viviendo y fue una experiencia reveladora. Esa presentación ya sobrepasó el millón de personas que vieron el concierto.

ENS: ¿Qué tan diferente es la experiencia musical de lo que están haciendo?

DG: La experiencia en vivo es irremplazable pero con los conciertos virtuales estamos llegando a muchísima gente. El concierto con Juanes, si lo hubiéramos hecho con público, en un teatro, habrían llegado a unas 2.000 personas pero nunca a 1 millón. La Filarmónica está haciendo conciertos propios de una banda de rock y eso es lo interesante: demostramos que sí es posible, escogiendo el repertorio adecuado y sabiendo dialogar con la gente, masificar la actividad musical que hace una orquesta filarmónica.

ENS: El concepto en sí de una filarmónica implica que haya un conductor, músicos a los cuáles dirigir y un público, ¿cómo ha sido el reto, digitalmente hablando, de dirigir virtualmente a la Filarmónica?

DG: Es una experiencia nueva porque los músicos están acostumbrados a encontrarse entre ellos, a escucharse unos con otros y de esta manera es que se produce la música. Pero las grabaciones tienen algo muy cercano porque se escucha mejor lo que está pasando.

Si tú escuchas las grabaciones que hemos hecho y cierras los ojos, tú puedes escuchar perfectamente lo que está haciendo cada músico. Nosotros en la medición los escuchamos a uno por uno (no en grupo); escuchamos la grabación que envía cada músico para hacer todo el ensamble entonces, aunque de otra forma, seguimos estando muy cerca. Lo digital puede sonar lejano, frío, ficticio y quizás impersonal, pero genera cercanía con los músicos, en la medida en la que los escuchas individualmente.

Al escucharlos uno por uno los niveles de corrección y de mejoría son enormes, eso es algo que hemos comentado con los mismos músicos. Grabamos una base que puede ser rítmica y armónica, después de eso el director da las indicaciones y lo ensamblamos en un solo video. Cada músico recibe en su casa ese video con las indicaciones y el audio, de acuerdo a eso graban su parte. Sí, es otro mundo pero es un mundo interesante.

ENS: ¿Han reducido la Filarmónica?

DG: No. Todos los músicos que están vinculados con la Filarmónica, siguen trabajando con nosotros. No hicimos ni despidos, ni suspensiones, ni nada porque por el contrario, ahora tenemos más trabajo y estamos tocando muchísimo.

De hecho, ahorita vamos a tener que hacer una entrega de varios conciertos de la Filarmónica de Bogotá grabados con Andrés López, nuestro querido comediante. Saldrán a finales de este mes.

ENS: ¿Usted cómo está llenando musicalmente sus días, además de su trabajo?

DG: Desde que me levanto escucho mucha música clásica, jazz, música popular. Yo crecí escuchando música clásica pero también a Silvio Rodríguez, mucha salsa y me gustan todos los géneros. En estos días he escuchado a varios cantantes colombianos de las nuevas tendencias como J Balvin, Maluma y Sebastián Yatra, porque creo que no se trata de hacer la música que a mí me gusta o lo que yo crea que es la mejor.

A mí me interesa escuchar todo lo que se está haciendo en Colombia para saber qué es lo que la gente está consumiendo, cuál es la música que hoy une a los colombianos, qué mensajes se están sacando a través de la música popular y quién está conectando con la juventud, algo que a mí me interesa profundamente porque la idea es conectar a la Filarmónica no solo con una generación de gente, sino con todo el mundo.