¿Hiperactivos o pasivos? | El Nuevo Siglo
Martes, 24 de Diciembre de 2013

¿A QUIÉNno le gusta jugar? El juego, sin importar la edad, cumple un papel fundamental en el desarrollo físico e intelectual de los jóvenes. Sin embargo, vale la pena preguntarse: ¿cuáles son los mejores para ellos?, ¿preferimos que nuestros hijos sean activos o mejor sedentarios?, y ¿qué clase de juegos son los más apropiados, los pasivos o activos?

 

Para responder éstas y más preguntas que los padres se hacen, el psicólogo Gustavo La Rotta–Amaya, asegura que “ésta es una de las grandes controversias en los estudios sobre el juego ya que desde luego cada uno de los dos tipos, los activos como pasivos, representa ventajas pero también, como en toda ‘disputa’, hay diferentes posiciones”.

 

Uno de los tópicos de esta discusión tiene que ver con las características de la población. Para el tema de los esparcimientos es importante tener en cuenta las edades de los adolescentes, a la hora de determinar qué tipo de juegos son más indicados y cuáles ofrecen mayores beneficios para los menores.

 

“Por ejemplo, aquellos que implican el seguimiento de reglas y el entendimiento de la perspectiva y posición de otras personas, solamente son posibles cuando los pequeños alcanzan un determinado nivel de desarrollo. Mientras que hay otros que se pueden jugar a cualquier edad, como los de imitación o rondas”, explica La Rotta-Amaya.

 

Los juegos activos o de contacto son aquellos en los que hay desgaste de energía y contacto físico, entre éstos se encuentran los que denominaríamos de equipo tales como, futbol, basquetbol, volibol, escondidas, entre otros.

 

Este tipo de recreaciones son positivas, dado que además de contribuir al desarrollo físico, fortalecimiento de músculos y mejoramiento del sistema digestivo, también ayudan en otros aspectos emocionales y de personalidad como satisfacer necesidades de cercanía y afecto, mejorar la interacción con los demás, inculcar respeto y buen entendimiento de normas y reglas,  contribuir en la toma de decisiones y enriquecer las relaciones interpersonales.

 

“La adolescencia es un período del ciclo vital donde las personas tienen mucha energía que es necesario canalizar y, por tanto, las actividades físicas resultan idóneas para canalizar todo ese potencial. Muchos adolescentes efectivamente prefieren actividades intensas donde se involucre el cuerpo y entren en contacto con otras personas y el mundo que les rodea. Este es el caso de BMX o skateboarding, donde el placer está en aprovechar los espacios construidos y urbanizados (cancha de juego), y en la posibilidad de interacción entre novatos y avanzados”, sostiene La Rotta–Amaya.  

 

Por su parte, sobre los llamados juegos pasivos, La Rotta afirma que para algunos se piensa que son así, dada su naturaleza que compromete otra serie de procesos lo que para muchos representa la negación de la actividad física. “Sin embargo, esto no es así, pues efectivamente cuando se habla del parqués, ajedrez, cartas, etc. es necesario reconocer otro tipo de métodos de carácter cognitivo, como la atención, la percepción y el pensamiento”.

 

Además, estos ofrecen innumerables beneficios para los jóvenes, en temas relacionados con fortalecimiento de los tiempos de concentración y atención, memoria a corto y mediano plazo, mejoramiento del pensamiento analítico, creatividad y aumento del desarrollo del lenguaje, entre otros. También son muy entretenidos para los menores y tienen la ventaja que pueden realizarlos solos.

 

Todas las categorías de juegos ofrecen beneficios para las personas, pasivos o activos están bien indicados, lo importante es que los adolescentes estén felices y aprovechen su tiempo en aquello que más les divierta y agrade.