Joyas en Colombia, un negocio hecho a mano | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Octubre de 2014

LAS JOYAS siempre serán sinónimo de confianza, calidad, garantía, servicio y tradición de la materia prima y la fabricación de cada una. Partiendo de esta premisa se creó el Círculo Colombiano de Joyerías, CCJ, asociación sin ánimo de lucro que nació en 1993, gracias a que un grupo de empresarios del sector quiso fortalecer esta industria en el país.

De acuerdo con cifras entregadas por el CCJ, “el mercado de relojes y alhajas mueve aproximadamente $1 billón”, y se espera un crecimiento para este año del 3 % y para lograr una mayor efectividad en la meta. Para este fin, el Círculo se ha dado a la tarea de cumplir a cabalidad su misión de dar a los clientes de las joyerías pertenecientes a la asociación, la confianza de adquirir productos legítimos.

La estrategia se basa en calidad: se han asegurado que las joyerías que conforman la asociación cumplan con todos los requisitos técnicos y comerciales esenciales para ofrecer la mejor garantía a sus productos y la correcta descripción de los mismos durante el momento de la compra.

Las directivas de las joyerías Bauer, Liévano, Sterling, Schumacher, André Laurent, Arlóp, De Oro, Orient, Glauser, Euroboutiques Colombia S.A.S. Intercontinental e Hispana hacen esta propuesta que cada vez gana más adeptos y reputación en el territorio nacional.

El valor agregado que tienen las joyas del CCJ, son su fabricación, pues todas están hechas a mano en Colombia por joyeros experimentados, apoyando así el trabajo del país y la economía primaria. De esta forma, se ha generado un clúster productivo que cada día gana más reputación.

 

Vale la pena comprar joyas

Dentro de los proyectos que adelanta la Asociación está “Comprar joyas y relojes en Colombia, vale la pena”, iniciativa que pretende promover la adquisiciónde productos de lujo de manera legal y segura, con la presencia de las marcas de relojes y joyas más famosas del mundo que se venden en nuestro país.

Camilo Liévano, presidente del Circulo Colombiano de Joyerías, explica “que otro de los grandes beneficios que se puede tener por medio de estas joyerías asociadas es un certificado escrito por la compra que se haga, en donde se garantiza la calidad del producto y asimismo, si después del tiempo quiere mejorarlo o modificarlo, se le podrá recibir por un valor actual”.

Es así como, por medio del Círculo de Joyeros, se espera que los colombianos tengan un excelente beneficios en productos extranjeros o realizados en el mismo país.

 

El negocio es constante y cambiante

De igual forma, Camilo Liévano aseguró que la inestabilidad de la seguridad que se vive en la zona esmeraldera del departamento de Boyacá, ha provocado que el precio de estas gemas se haya incrementado en un 300 % en los últimos cinco años, pero aún así la oferta no ha bajado.

 

“La llegada de jugadores extranjeros al país en el sector de las joyas, en vez de afectar, motiva a los colombianos a profesionalizarse para enfrentar la competencia”, acotó.

Aunque los mercados foráneos traen una joyería con muy buenos acabados, que gusta mucho en el país, las empresas del sector en Colombia también cuentan con los recursos y el personal óptimo para tener buenos productos y a buenos precios.

 

“Las ganas de adornarse y sentirse bien con una joya son permanentes, la competencia de nuevos elementos que generan prestigio en el mundo moderno, como los teléfonos móviles y los viajes, sí desvían el gasto de la gente y les quitan mercado a su industria”, aseguró Lievano.

Así las cosas, las joyas en el país viven hoy en día un alza que, si bien ha tenido competencia con empresas provenientes de otros continentes, continúa generando ingreso para Colombia, no solo para las joyerías, sino para los actores primarios de esta cadena que brilla por sí sola.