Para Misi, sus alumnos fueron sus “grandes maestros” | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Prensa Misi
Martes, 27 de Noviembre de 2018
Una de las últimas entrevistas que concedió la artista y gestora cultural fue a EL NUEVO SIGLO, donde habló de su sueño cumplido y el gran talento que tiene el país

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DESDE un estudio de grabación, escuchando las melodías de una orquesta, comenzó el primer sueño de navidad de María Isabel Murillo, conocida y recordada en el mundo del arte como Misi, a quién inesperadamente la muerte la sorprendió el pasado viernes sobre el escenario cuando agradecía a sus artistas el exitoso estreno de “30 años de Navidad”

Allí en las tablas del escenario donde cada año sorprendía con un nuevo espectáculo, se despidió muy emocionada y dando gracias tanto al público como al todo su equipo, del que dijo siempre fueron  “mis grandes maestros”.

A Misi, pionera del teatro musical en Colombia, la pasión por el arte y los diferentes lenguajes escénicos se le manifestaron desde muy muy pequeña, convirtiéndose años más tarde no solo en un hobbie, sino en el centro de su vida, aquella que finalizó en la presentación de otro de sus sueños de navidad, una obra que recorre los 30 años de talento y hace un homenaje a sus grandes producciones realizadas en éste tiempo.

María Isabel Murillo, quién dedicó gran parte de su vida al género del teatro musical habló en entrevista con EL NUEVO SIGLO dos días antes de que estrenara el espectáculo y recordó cómo nació la academia, la experiencia con sus alumnos y su proyecto en marcha, el centro cultural.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo nace Misi Escuela de Teatro Musical?

MARÍA ISABEL MURILLO: Nació de un sueño, de una gran pasión que ha sido ésta la mía por tantos años y nace también de creer en los sueños porque yo pienso que el poder de los sueños es grande. Así nació hace 31 años cuando yo estaba oyendo una orquesta en el estudio de un ingeniero de sonido y me quité los audífonos y dije: yo quiero hacer un espectáculo de navidad con la orquesta, niños y jóvenes. Ese fue el primer sueño de navidad.

ENS: ¿Cómo ha sido su experiencia de trabajar con niños y jóvenes?

MIM: La experiencia ha sido absolutamente maravillosa y los niños son unos maestros increíbles. Pero además he tenido suerte de que, a lo largo de los 31 años, esos que empezaron como niños hoy uno de ellos es el gerente general de la compañía, otro es uno de los grandes coreógrafos y otro es un gran productor musical, entonces cada una de las edades trae ventajas y desventajas. Desde luego yo adoro trabajar con los niños porque a diferencia de los adultos, los niños realmente cuando se entregan a algo que les apasionan se entregan completamente. Nosotros los adultos tenemos un poquito más de complicaciones, que si me dan este puesto, que si me dan esta historia, bastantes condiciones porque nuestro ego con la vida crece. Los adolescentes tienen todos los compliques de la adolescencia pero también tienen esa belleza de estarse asomando a este mundo. Es absolutamente apasionante porque de todos aprendes. Para mí todos son mis grandes maestros.

ENS: ¿Cuál es la evolución que ha tenido los shows cada año?

MIM: Empezó siendo una revista musical que simplemente tenía un hilo conductor con muy pocos movimientos en el escenario, era realmente una escenificación, no lo podríamos llamar danza. Con el paso de los años nos hemos ido profesionalizando en el oficio. La escuela empezó, realmente, como la única escuela de teatro musical que existe de manera integral y eso se ha visto reflejada en todos los espectáculos, ya que cada vez más la historia tiene un contenido dramático mucho más estructurado y ellos se preparan como actores de una mejor manera. Desde que empezaron hasta ahorita, la diferencia ha sido en todos los aspectos: en el canto, la técnica vocal que tienen hoy día no se alcanzan a imaginar, la técnica de danza tampoco y eso se ve reflejado en un espectáculo.
En una palabra mucho, más profesional, pero afortunadamente sin perder su esencia.

ENS: ¿Cómo fue el proceso de construcción de “30 años de navidad”?

MIM: Profundamente emocionante porque realmente es poner la historia de la compañía sobre el escenario, es vivir los 30 años en un instante, ha sido de verdad mirarlo desde otra óptica y una óptica absolutamente hermosa porque yo digo que en este oficio se vuelve un poco miope, tienes que inventarte la vida todos los días, pero al alejarte y ver lo que ha sucedido a los 30 años, cómo han crecido, cada una de las cosas es algo que no tiene palabras para describir la emoción. Para mí es un privilegio, un honor, realmente el que la vida me haya permitido ver en retrospectiva y orquestado por uno de los grandes de Broadway como Larry Hochman y  Bruce Coughlin con Nicolás Ospina como arreglistas, con un grupo de gente. Mi música fue puesta en este formato de gran orquesta. Pero además, las tres generaciones sobre el escenario, la suma de todos mis sueños cumplidos es algo que realmente para mí es invaluable.

ENS: ¿Cuál es el futuro que le augura a éstos espectáculos de navidad?

MIM: Ha sido muy lindo que ya se consolidó un nuevo género artístico en Colombia, no tiene duda. Ya mucha gente está tratando de hacer los musicales, en todos los colegios y lo lindo es que los que están dirigiendo los musicales en los colegios son los mismos nuestros que ya están dirigiendo y están detrás de escena, en la parte artística. De manera que yo le veo a esto un potencia absolutamente gigantesca, estamos a punto de consolidar el centro cultural, donde finalmente  esto será no solamente algo importante para Colombia, sino un polo de atracción para toda América Latina. El teatro musical es apenas el comienzo de un futuro muy grande.

ENS: ¿Cómo ha progresado la escuela de teatro musical?

MIM: En éste momento tenemos más o menos unos 600 alumnos entre todas las edades y lo que va a suceder, cuando consolidemos realmente el centro cultural, es que se trastea la escuela junto con el teatro, con el talento colombiano que es uno de nuestros principales activos. El teatro musical se va a potencializar de una manera que nadie podría predecir hasta dónde alcanzará a llegar. De verdad, hasta donde los sueños alcancen.