Pequeños formatos: la fórmula que propone la Filarmónica en pandemia | El Nuevo Siglo
David García, actual director general de la Filarmónica, retomó su labor en la batuta en diciembre del 2020, completando tres periodos al frente de esta importante institución.
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Domingo, 10 de Enero de 2021
Redacción Cultura

Conciertos pequeños, una creatividad innata dentro de la virtualidad y la presencialidad y el apoyo a la música colombiana es parte de la apuesta que la Orquesta Filarmónica de Bogotá plantea en este 2021, en el que la pandemia sigue dejando huella en el mundo.

Así lo afirmó David García, director general de la Filarmónica, en entrevista con EL NUEVO SIGLO. También reveló los planes que tiene con esta institución, una de las más indispensables de la industria colombiana.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo se siente al retomar la batuta de la Filarmónica?

DAVID GARCÍA: Es una situación muy especial en mi caso porque la historia de mi vida está muy vinculada a la Filarmónica, ya que mi padre fue su fundador y la dirigió durante 23 años. También desde pequeño crecí en la Filarmónica y esta es la tercera vez que soy invitado como director general. Así que para mí es una alegría, pero es como lo dice en el poema de Aníbal Troilo: “No estoy volviendo porque nunca me he ido”. La Filarmónica siempre ha estado en mi corazón y en gran parte de mi vida.

ENS: ¿Cuáles serán los planes de la institución para este 2021?

DG: Una apuesta muy importante, que está vinculada a una conversación que hemos tenido con el sector de cultura con la alcaldesa Claudia López y con el secretario de cultura, Nicolás Montero, es que en la actividad de lo que vamos a hacer este año, la cultura y el arte deben tener un correlato muy importante para que todos los colombianos podamos salir de toda esta situación con mucha esperanza, cuidándonos, con mucha fe y también con mucha alegría.

El papel del arte en esto es fundamental, ya que así como los médicos han hecho enormes sacrificios para salvar vidas, la Filarmónica y todo el sector de cultura de Bogotá ayudará a salvar las almas. Es un llamado que hacemos de parte de todo el sector en Bogotá y vamos a estar muy dedicados a eso este año.

ENS: ¿Cuáles serán los imperdibles de la programación?

DG: En este año vamos a hacer una presencia muy importante con la Filarmónica de Bogotá con formatos pequeños porque eso ha sido una lección y algo muy bello que nos ha mostrado esta pandemia y es que como no podíamos hacer conciertos en las grandes orquestas pues hicimos muchos con formatos pequeños, con dúos, tríos, cuartetos, quintetos, reducidas agrupaciones y eso ha permitido que hayamos estado en localidades durante estos momentos más duros, tocándole música a la gente. Por ejemplo, en diciembre hicimos Filarmónica al barrio, en la que hicimos más de 500 conciertos en toda Bogotá, y eso jamás lo había hecho la Filarmónica.

Ahora hemos iniciado una cantidad de conciertos. Precisamente esta semana iniciamos con algo nuevo y es el Primer Festival Filarmónico de La Candelaria, la cual el próximo año va a ser un poco más grande, pero por ahora estamos haciendo esos cinco conciertos con agrupaciones juveniles en las más importantes iglesias del centro de Bogotá.

Tendremos más actividades interesantes, por ejemplo, la Filarmónica lanzará una miniserie sobre la historia de la música dentro de pocos días, vamos hacerlo a través de Canal Capital. Fue una producción a la que nos dedicamos en el segundo semestre del año pasado con el gran humorista Andrés López, la cual está compuesta por cinco breves capítulos de media hora. Esta es otra apuesta muy importante.

Por el otro lado, tenemos una programación muy bella con la Filarmónica grande de Bogotá que iniciará su primer concierto en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo con las Cuatro estaciones de Vivaldi, una obra espectacular y que realmente viene muy acorde con lo que está pasando con el cambio climático. En este recital viene un gran violinista ruso, quien dirigirá e interpretará otra obra relacionada con el clima, que se toca muy poco de Tchaikovsky, se llama Los meses del año.

ENS: ¿Cómo ha sido la experiencia de la Filarmónica con la virtualidad?

DG: El año pasado, a pesar de todas las dificultades, la Filarmónica de Bogotá llegó a una audiencia de seis millones de personas en un solo año, a través de los conciertos virtuales y los presenciales. Es muy curioso que cuando nos aislamos más, la Filarmónica pudo llegar a mucha más gente. Nosotros llegamos a esta increíble cifra de espectadores cuando en los cuatro años anteriores la orquesta había llegado solo un poco más de la mitad de eso.

ENS: ¿A qué talentos invitará la Filarmónica para sus conciertos?

DG: Durante el primer semestre tendremos en cada uno de los conciertos de la Filarmónica grande, directores y solistas invitados internacionales. Pero al mismo tiempo, dada esta situación, nosotros también queremos apoyar mucho a varios músicos solistas colombianos y hacer un énfasis en la música nacional. Pero por contar al menos un caso importante, tendremos a Santiago Cañón, quien va a estar con la Filarmónica de Bogotá, tocando dentro de poco el concierto para chelo de Haydn.

ENS: El año anterior la cultura tuvo grandes pérdidas económicas y de visibilidad, ¿Qué representará este 2021 para el sector?

DG: Este año representa otro momento de enormes dificultades para toda la cultura en el país porque si no se reactivan los teatros, los auditorios, los cines, entonces todo el sector estará en jaque y eso significa que poco a poco se han ido abriendo pequeñas propuestas teatrales con reducidos aforos, pero la música no tiene muchos espacios donde estar, entonces por eso hemos visto a los músicos en las calles, tocar en escenas que todos hemos visto muy tristes, pidiendo monedas. Eso es una dificultad en la que se va a continuar.

En la cultura debe hacerse una “operación avispa”, que es lo que hemos hecho con la Filarmónica de Bogotá, es decir, pequeños formatos y desarrollar aún más la calidad, enriquecer las ideas y las propuestas digitales que se hagan, porque hemos hecho muchas producciones virtuales y nos ha ido más que bien con eso, pero también la gente en este momento puede estar agotada de las transmisiones virtuales solamente y también ya la gente empieza a pedir ver en vivo la cultura. Entonces ese es uno de los retos para el sector en este año.

Nosotros nos hemos convertido en vendedores ambulantes de cultura y al hacerlo volvemos a otra época como sucedía en la edad media donde iban los juglares difundiendo la música, el teatro, la poesía y la literatura viajando y deambulando por todo lado, pues no existía en esa época la tecnología. Hemos llegado a esto que se llama la Cuarta Revolución Industrial, con el internet en todas las cosas, pero también tenemos que buscar en la presencialidad, casi que ojalá pudiéramos llegar puerta a puerta, hacer un concierto o invitar a la gente que asista a un concierto en un parque.