ESTE FIN de semana se realiza en Bogotá la XXII versión de Rock al Parque que reúne a exponentes del rock, reggae, punk, ska y hardcore. Para quienes estén en la capital colombiana la cita es en el Parque Simón Bolívar, donde podrán disfrutar de 61 agrupaciones entre nacionales, distritales e internacionales.

La lista de invitados la encabeza Suicidal Tendencies con Dave Lombardo (Estados Unidos), un show único que junta a una de las bandas más legendarias del rock, el hardcore punk y el thrash metal con un baterista que le dio la vuelta al mundo con la famosa banda Slayer.

La otra gran sorpresa para este año es Todos Tus Muertos (Argentina), que si bien se acaba de presentar en el Jamming Festival regresa al evento que por primera vez le abrió las puertas en Colombia: Rock al Parque. Hace dos décadas no estaba en el festival, y qué mejor que verlos ahora cuando sus éxitos han vuelto a ser coreados multitudinariamente en conciertos como Lollapalooza Chile y Vive Latino de México.

El cartel lo cierran las cuatro bandas distritales que participarán en la vigésima segunda edición a través de la alianza entre Idartes y la Mesa sectorial de metal de Bogotá: Perpetual Warfare, Forense, Convicted y Desolator.

Según el listado The World’s Best Festivals, realizado desde 2013 por Fest300, la guía internacional más completa de festivales, destaca a Rock al Parque como uno de los festivales de rock más importantes del mundo y con más asistencia y trayectoria en Latinoamérica. Por lo que para muchos amantes del género en el país, es una sorpresa presenciar cómo año tras año la presencia de agrupaciones de culto de la escena del rock ha disminuido paulatinamente, siendo este, uno de los años donde más se evidencia este acontecimiento.

Así como Fest300, asistentes habituales de Rock al Parque sostienen que este festival se convirtió en el más grande de Latinoamérica por su gran parrilla, que año tras año ha evolucionado para complacer a asistentes que disfrutan de otros géneros como el reggae y ska. Sin embargo, difieren con el concepto del distrito, que cada año integra más agrupaciones distritales y nacionales, que aunque son de alta calidad, cambia uno de los más importantes conceptos del evento, que es reunir el mayor número de asistentes de diferentes nacionalidades de Latinoamérica.

Desde su existencia, Rock al Parque ha sido uno de los festivales musicales con más incidencia en Latinoamérica, ya que al no tener costo y ofrecer durante tres días una gran cantidad de bandas destacadas en la escena musical, se hacía irresistible. Pero con la disminución de la presencia de agrupaciones internacionales, el interés internacional ha ido disminuyendo, pues en los últimos cinco años el porcentaje de rockeros de nacionalidades argentinas, chilenas, peruanas y uruguayas ha disminuido dramáticamente.

“Mi papá me trajo por primera vez a Colombia cuando tenía 15 años, estamos hablando del año 2016 y asistí a Rock al Parque, desde ese momento me prometí regresar a Colombia todos los años, fue una experiencia única. Sin embargo, en los últimos cinco me han sorprendido mucho las agrupaciones que se presentan en el festival, pues la cantidad de agrupaciones que conozco son mucho menor que la de hace un año atrás, muchas son colombianas y no tienen reconocimiento internacional”, le contó a EL NUEVO SIGLO Felipe Lillo, rockero chileno.

Sin embargo, hay quienes defienden el festival de rock más grande de Latinoamérica, sosteniendo que el evento es de la capital del país, por lo que tiene la obligación de darle principal cabida a la escena local y no a la internacional, pues la presencia de estos es solo un valor agregado.

“Que Bogotá se haya convertido en una importante plaza de agrupaciones musicales reconocidas mundialmente ha ayudado sustancialmente a que Festivales como Rock al parque tome mucha fuerza y que la escena rockera del país sea más valorada y siga creciendo. Este hecho ha generado que sea un gran momento para Rock al Parque, ya que no es el único evento en el que recae la responsabilidad de habilitar espacios para los amantes del rock”, explicó Álvaro González, director de Radiónica a EL NUEVO SIGLO.

Otros de los puntos más controvertidos en las últimas cuatro ediciones de Rock al Parque ha sido la integración de géneros que no pertenecen a la escena rock, puesto que los puristas sostienen que esto ha conllevado a que se pierda el espacio que se había creado para los amantes del rock, y que cambie la esencia del festival.

“Hace diez años Rock al Parque era un verdadero escenario de rock, donde los mejores exponentes del género a nivel nacional e internacional se encontraban para deleitar a sus seguidores, que no solo eran colombianos, pues llegué a conocer a más de un peruano y argentino. Pero ahora el distrito se ha dedicado a recortar el presupuesto y rellenar los tres días de festival con agrupaciones que les falta recorrido y formación para estar en el Simón Bolívar”,  dijo Carlos Fuentes, músico y asistente habitual de Rock al Parque a EL NUEVO SIGLO.

No obstante, González sostiene que Rock al Parque no ha perdido su esencia, pues ha evolucionado a la par con el género, por lo que juntar una agrupación de metal y otra de reggae en el mismo escenario se convierte en una explosión musical que logra llamar la atención de todos los melómanos. “Se ha logrado juntar toda la cultura en el mismo escenario”.