Sandra Ortiz, exconsejera para las Regiones, denunció que su vida y la de sus hijas están en peligro debido a las graves acusaciones que enfrenta por su presunta participación en el escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). A su llegada a la Fiscalía, rechazó los señalamientos y pidió a los medios no seguir afectando a su familia.
Al llegar al búnker de la Fiscalía este martes 13 de agosto de 2024, la exfuncionaria fue recibida por un grupo de periodistas y medios de comunicación que aguardaban su llegada y visiblemente afectada, afirmó que su vida y la de sus dos hijas corren un grave peligro debido a la "persecución mediática" que ha sufrido desde que su nombre fue relacionado con el caso.
Según sus declaraciones, las imputaciones en su contra son producto de un "perfilamiento" injusto realizado por algunos medios de comunicación, que, en sus palabras, han actuado sin pruebas. "Si ustedes tienen pruebas, yo misma se las entrego en la Fiscalía, vamos y se las entregamos, pero no sigan haciéndole daño a mi familia. Mis hijas están en peligro", agregó, dirigiéndose directamente a los periodistas presentes.
Ortiz está siendo investigada por su presunta participación como intermediaria en la entrega de 3.000 millones de pesos al senador Iván Name, a cambio de favorecer iniciativas del Gobierno en el Congreso. Según las declaraciones de Olmedo López y Sneyder Pinilla, exdirectivos de la UNGRD, el dinero fue entregado en efectivo en una propiedad al norte de Bogotá.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, el abogado de Ortiz, Pedro Aguilar, descartó la posibilidad de un acuerdo de colaboración con la justicia, argumentando que las pruebas en su contra no son concluyentes. Además, afirmo que se esta preparando una defensa sólida para demostrar la inocencia de su clienta.
Este caso sigue siendo un punto álgido en la agenda nacional, especialmente por las denuncias de Ortiz sobre amenazas contra su vida y la de sus familiares. La Fiscalía continúa con la investigación, mientras que la exconsejera insiste en que su implicación en el caso es fruto de "acusaciones infundadas" que buscan desacreditarla.
El escándalo de la UNGRD ha sacudido al país, revelando un entramado de corrupción que habría desviado recursos destinados a la gestión de emergencias y desastres. La situación de Sandra Ortiz es solo una pieza más en un rompecabezas que aún está lejos de resolverse.