Querido Niño Dios: las peticiones han cambiado | El Nuevo Siglo
Martes, 24 de Diciembre de 2013

Las  al Niño Dios ya no son las mismas de hace 10, 20 o 30 años. Con el paso del tiempo y el auge de la tecnología, los juguetes que piden los niños se alejan cada vez más de aquellos objetos cuidadosamente elaborados a mano por los tradicionales jugueteros. Este año, los 3 regalos preferidos por los niños colombianos son las consolas, las tabletas y los videojuegos; así lo registran los resultados de una encuesta elaborada por el portal de ventas online Mercadolibre.com.

La psicóloga y terapeuta infantil Annie de Acevedo reconoce que algunos de estos artefactos llevan a pensar, asociar con mayor rapidez; sin embargo sostiene que “los estudios han demostrado que a medida que el niño manipula más tecnología, baja su nivel de imaginación y creatividad”. Por eso recomienda no regalarlos hasta los 8 o 9 años.

Las consecuencias de este tipo de juegos no radican únicamente en el aprendizaje y desarrollo infantil, pues al estar conectados se enfrentan a un riesgo permanente. Carolina Piñeros, directora ejecutiva de Red PaPaz, recomienda a los padres hacer un acompañamiento intensivo cuando les entregan por primera vez un aparato tecnológico a sus hijos, pues “todo lo que uno pone en las manos de ellos implica una responsabilidad, especialmente con este tipo de regalos que son mucho más que un juguete”.

La recomendación para los papás que se enfrentan cada año a la presión de sus hijos por este tipo de aparatos es dejarles claro que no son para su edad. Piñeros explica el beneficio de esta postura para los hijos: “Entender que no podemos tener todo lo que queremos es parte del crecimiento y fortalece como persona. Es la vida real, hay que decírselo a los niños y ellos lo entienden perfecto”.

A las tecnologías en la lista de Mercadolibre le siguen las barbies y muñecas, las figuras de acción, los peluches y las bicicletas; lo que demuestra que la era digital no ha logrado acabar del todo con los juguetes de siempre.  Annie de Acevedo explica su permanencia por cuanto “un niño entre los 7 y los 13 años es temeroso, pues sabe que es chiquito y no puede con el mundo. Necesita juguetes que lo hagan sentir fuerte y aquieten temores”.

Una preocupación de padres, educadores y sicólogos a través del tiempo es la alta comercialización de juguetes alusivos a la violencia. Sin importar si es a través de objetos manuales o tecnológicos, “los niños siempre se van a interesar en los juguetes bélicos”, asegura Piñeros. Y, como lo prohibido suele despertar más curiosidad, en este caso la recomendación para los adultos es que más bien intenten desviar la atención de los pequeños hacia otro tipo de objetos: “Parte de la creatividad de un papá es saber interesar a sus hijos en cosas mucho más constructivas para ellos”, sostiene.

Sin embargo, sí son necesarias herramientas que les permitan a los niños hacer catarsis. En lugar de promover la violencia a través de armas, tanques de guerra o figuritas de soldados, Annie de Acevedo sugiere darles un saco de boxeo o una almohada para que liberen agresión de una manera que no ataquen a los otros.

Hoy es probablemente el día más esperado del año para los niños. Además de los regalos, la magia de la Navidad llega con el reencuentro familiar, los villancicos y la comida. Ambas especialistas resaltan la importancia del juego como la actividad  prioritaria de los niños; idealmente un juego libre, espontáneo y creativo, donde los juguetes no son más que una herramienta, nunca indispensable.

El mensaje para estos últimos días del año es priorizar los momentos: “En Navidad los papás debemos más bien aprovechar para compartir con nuestros hijos. Los juguetes generan felicidad pero son momentáneos. Los recuerdos que uno tiene de la infancia son más de los tiempos que uno disfrutó, como los villancicos o la comida”.