Trastornos del sueño, un mal entre cobijas | El Nuevo Siglo
Martes, 7 de Enero de 2014

El estrés, enfermedades cardiovasculares y la obesidad se pueden prevenir durmiendo bien. Sin embargo, los colombianos toman a la ligera este tema y se producen los trastornos del sueño que van más allá de un ronquido levanta techos, y se transforman en sonambulismo y conductas anormales, que pueden afectar su calidad de vida. 

Pablo Castillo, neurólogo de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, y especialista en medicina del sueño, explica cómo los trastornos del sueño pueden tener secuelas en la salud y por qué es necesario ponerles atención.

¿Cuáles son algunos problemas comunes que traen a la gente al médico por trastornos del sueño?

PABLO CASTILLO:Entre los problemas más comunes está el insomnio, la  apnea obstructiva del sueño, el síndrome de piernas inquietas y las parasomnias, que son conductas anormales que el individuo realiza cuando está dormido.

¿Explíquenos de qué se trata el síndrome de piernas inquietas y las conductas anormales?

PC:El síndrome de piernas inquietas está más bien clasificado como un desorden del movimiento. En cuanto a las conductas anormales como caminar o hablar dormido se consideran parasomnias. Hay dos tipos de parasomnias: las que ocurren durante el sueño no-REM y las que ocurren durante el sueño REM (Movimientos Oculares Rápidos). Entre las que ocurren durante el sueño REM, están por ejemplo las pesadillas, y el trastorno de conducta, que tiene implicaciones con la enfermedad de Parkinson. Entre las parasomnias no-REM figuran el sonambulismo, hablar mientras duerme y lo que se denomina pavor nocturno o terrores nocturnos.

¿Qué tan frecuente es el sonambulismo en las personas?

PC: El sonambulismo es algo habitual en la infancia. Los niños se levantan, caminan, realizan funciones complejas y la mayoría de estos episodios disminuyen conforme el individuo crece. Si un individuo en edad adulta comienza a tener sonambulismo, a pesar de que no lo tuvo por muchos años, es bien común que esto sea ocasional o causado por la presencia de algún otro problema, como por ejemplo la privación del sueño o que el individuo haya desarrollado apnea obstructiva del sueño.

El sonambulismo es un trastorno que ocurre durante el sueño no-REM y generalmente el individuo no relaciona el sueño con la actividad que está haciendo, pues al despertarlo se mostrará confundido y no recordará qué estaba soñando. Generalmente estos pacientes no tienen recuerdos de lo que hicieron al día siguiente.

En cuanto a la apnea del sueño, ¿hay alguna relación con problemas cardiovasculares?

PC: Sí. En la apnea obstructiva del sueño, que en manera primaria es un problema respiratorio durante el sueño, la vía aérea superior se cierra parcial o totalmente, y eso se conoce como hipopnea y luego apnea, cuando el cierre es total, lo cual se asocia con hipoxia intermitente. Esto desencadena una serie de factores a nivel genético y celular.

Hay trastornos de tipo metabólico porque individuos con apnea del sueño tienden a tener una cantidad disminuida de sueño de ondas lentas. La disminución del sueño de ondas lentas está asociada con obesidad. Estos son problemas a nivel metabólico y de activación de genes perjudiciales para la salud.

¿Por qué se relaciona con la obesidad?

PC: Hay estudios que muestran que cuando a individuos jóvenes se les priva de sueño, en cuestión de días, si uno les hace pruebas para establecer el metabolismo de la glucosa en la sangre, lo que se llama el HOMA (determinación del índice de resistencia a la insulina),  estos individuos muestran niveles de azúcar pre-diabéticos. Claro, afortunadamente esto es reversible, pero mientras menos sueño el individuo tenga, más riesgo de obesidad va a tener. Esto se ha documentado en estudios epidemiológicos.

¿Los ronquidos están relacionados a la apnea del sueño? 

PC: Hay muchos individuos que roncan pero no tienen apnea; es decir, cuando el individuo comienza a entrar en niveles más profundos del sueño se relaja  y el tejido, al ponerse más suave, por decir de alguna forma, comienza a vibrar y producir ronquidos. Mientras más alto sea el ronquido, más riesgo existe que ese individuo tenga apnea del sueño. Muchas veces los individuos que roncan, el esposo o la esposa pueden darse cuenta de que entran en pausas respiratorias o apneas. Entonces sí hay una relación entre el volumen, o qué tan fuerte es el ronquido, y la presencia de apnea.