Un mundo donde la tragedia se ensaña con la educación | El Nuevo Siglo
UNICEF informó esta semana que 150 millones de niños en el mundo no han podido regresar a clases presenciales
foto Unicef
Domingo, 29 de Agosto de 2021
Mario F. Hurtado

El 2021 también ha sido un año difícil para la educación en el planeta. Para muchos el 2020 sería el año de la pandemia de covid-19 y el 2021 el de la recuperación y la normalización de las actividades, pero a cuatro meses del inicio del 2022, el panorama sigue siendo oscuro.

Varias regiones se enfrentan a una quinta ola de la pandemia y naciones como Australia, Vietnam, Tailandia, Indonesia o Malasia que se ufanaron en 2020 y hasta mediados de 2021 de los logros de prevención de la pandemia y de un excelente manejo con cierres preventivos, hoy están desbordados en contagios, algunos países incremento de fallecimientos y cerrando universidades y centros escolares.

Además de la pandemia del coronavirus el mundo sigue enfrascado en guerras, desastres naturales y con enormes problemas de pobreza que se han incrementado desde el año pasado. En todos los casos la educación y los infantes siguen siendo los más afectados. Acá algunos de los casos que más preocupan de los últimos días.

Haití: todas las desgracias

Un terremoto de escala 7.2 en la escala de Richter azotó la península sur de Haití, el país más pobre del hemisferio occidental y que además vive una guerra civil producto del asesinato del presidente hace mes y medio. Haití no se había terminado de reconstruir después de violento terremoto de 2010 y ahora la desolación, la destrucción y el hambre se convierten en su día a día.

El ultimo, estudio realizado por Unicef detectó que el 66% de los menores de cinco años sufren anemia y padecen hambre. A la fecha se han contabilizado más de 900 niños huérfanos producto del terremoto y las escuelas están cerradas, muchas destruidas y sin profesores. La guerra, y el hambre antes del fenómeno natural estaba provocando una ola de emigrantes que cruzan el Caribe para llegar a Colombia o Panamá y seguir camino a México y Estados Unidos.

El abandono de niños es la tendencia en la mayoría de familias que se separan en busca de oportunidades. El 79% de las familias no tienen internet, así que con escuelas cerradas la enseñanza remota es casi nula. La única educación que opera es la privada con costos de 100 US al mes, algo imposible de pagar para la mayoría de familias, Algunos envían a sus hijos a casa de clase media y alta de Puerto Príncipe para que por trabajo les financien la educación, pero la mayoría termina en condiciones de esclavitud, maltrato y prostitución.

Yemen: trabajar en vez de estudiar

Antes de la guerra civil que explotó en 2014 Yemen llevaba un proceso para la reducción del trabajo infantil, sin embargo, la guerra en un estado que se considera fallido llevó al traste todo, se calcula que para 2021, dos millones de niños han abandonado la escuela, es un país donde la población escolar era de 10 millones, es decir el 20%. La mayoría están en trabajos de explotación total.

Se considera que junto con Somalia son los países donde más creció el analfabetismo. Se calcula que un millón de menores yemeníes viven en campos de refugiados muchos sin agua o alimentación adecuada y se considera que el 80% de los mejores de edad pasan hambre y o están recibiendo la educación escolarizada.


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México: estudiando desde vertederos de basura

El Valle de México es quizá el área más poblada de América con casi 30 millones de habitantes, por lo tanto, es un gran generador de desechos y basura. Chimalhuacán es el relleno sanitario más grandes de la región y en ella más de 500 niños trabajan como recicladores. Para combatir el analfabetismo se ha llevado un proyecto de escuela en el botadero. Las condiciones son extremas, malos olores, plagas, enfermedades, pero las familias no abandonan porque muchos dependen su sustento de lo que recogen en la basura.

En México el trabajo infantil está extendido. A eso se suma que los sindicatos de profesores se resisten a volver a clases, e inclusive el presidente del país de partidos de izquierda y apoyado por los gremios docentes no ha logrado convencerlos de volver, a pesar de las explicaciones de los daños que esto genera en los niños, en la calidad de la educación y en el aumento de las brechas y de la pobreza.

Afganistán: el temor a los talibanes

En una jugada política y militar, los talibanes se tomaron el poder en menos de un mes. Justo los que fueron derrocados en 2001, llegan 20 años después recargados con su extremismo religioso que incluye la prohibición del acceso a la educación para las mujeres tanto la primaria como la universitaria. La emergencia humanitaria es enorme, miles de afganos tratando de salir del país, mujeres buscando la forma de huir.

Los talibanes han dicho que no serán tan arbitrarios como hace 20 años, sin embargo, ya se presentan situaciones de no dejar ingresar a las mujeres a las universidades o colegios. La situación es dramática, más cuando solo el 34% de las mujeres estaban escolarizadas y se estaban buscando acciones para darles acceso a la educación, tecnificación, formación y acceso al trabajo que hoy se pierden por completo.

150 millones sin regreso a escuelas

A pesar de algunos esfuerzos por el retorno a clases como en Colombia, siguen millones de menores sin posibilidad del retorno a clases: África, Sur de Asia, Centro América, Australia, Argentina entre otros países siguen sin lograr el retorno a clases, la situación ya va a completar dos años y se torna dramática.

El covid no puede volverse en la razón para limitar el acceso a la educación y causar un daño tan grande a la sociedad y a los seres humanos en general.

*Especialista en Educación