Por Diana Zárate
Enviada especial de EL NUEVO SIGLO
TOLUCA, MÉXICO
DESDE EL primer mes de edad inicia el ciclo de vacunación de los humanos, requisito que asegura una vida sana y de buenos presagios. Pero ¿qué pasa cuando las vacunas no son suministradas en el momento preciso de la vida? ¿Esto realmente puede llegar a interrumpir el desarrollo sano de una persona? ¿Qué incidencia puede llegar a tener a largo plazo?
Alejandro Cané, jefe de asuntos médicos y científicos para América Latina de la división de vacunas de Pfizer, respondió estas preguntas.
En la actualidad las vacunas son vistas por los padres y adultos en general como un requisito de bienestar que corresponde al ciclo de la niñez, olvidando que este recurso médico no se limita sólo a los menores, pues también existe un calendario de vacunación igual de estricto para los adultos y de no ser seguido de manera pertinente puede provocar grandes repercusiones en la salud, en especial cuando se trata de los virus que atacan el sistema respiratorio.
"Una de las problemáticas más comunes que impiden que los adultos tomen sus vacunas es la desinformación, pues casi en ningún país existe una entidad que desarrolle planes que difundan el mensaje de su importancia, así como las repercusiones que esto puede generar", explicó Cané.
Asimismo, el cuerpo médico es el principal responsable de que el adulto se entere del plan de vacunación que debe seguir, en especial cuando supera los 65 años, edad en la cual el cuerpo humano aumenta los índices de vulnerabilidad, siendo más propensos a sufrir males de origen respiratorio, tal como la neumonía.
La neumonía se convierte en uno de los mayores enemigos de la población mundial antes de los 2 años y después de los 65 años, pues el sistema inmunológico se vuelve más sensible frente a las bacterias que habitan en el cuerpo humano y pueden llegar a atacar los pulmones. Por tal motivo, la vacunación en este tipo de casos se vuelve fundamental.
Como se menciona anteriormente, aunque la neumonía afecta a 450 millones de personas a nivel global, cada año, los casos de este padecimiento siguen sin estar claros para muchos en América Latina. Una nueva encuesta regional, auspiciada por Pfizer Inc., revela la falta de información y sensibilización que existe en la región sobre el impacto de dicha enfermedad.
“Los resultados de la encuesta son testimonio de la importancia de la educación para controlar enfermedades como la neumonía que pueden ser prevenibles por la vacunación. En esta tarea, debemos trabajar de manera conjunta con gobiernos, médicos y organizaciones sociales para impulsar un cambio positivo”, dijo el doctor Alejandro Cané.
Los resultados de la investigación demuestran las percepciones erróneas entre los latinoamericanos sobre la naturaleza y gravedad de la neumonía y la resistencia a las vacunas incluyen:
· Casi todos los latinoamericanos encuestados (94%) “han oído hablar de la neumonía”. Sin embargo, una de cada tres personas (32%) no sabe que la neumonía es una infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones.
· La edad es un factor de riesgo importante en el desarrollo de la neumonía; de hecho, las personas mayores de 50 años tienen un mayor riesgo de contraer la enfermedad. Pese a esto, sólo alrededor de un tercio (29%) de los encuestados de ese grupo etario se considera estar en riesgo.
· Según la Organización Mundial de la Salud, la vacunación es una de las intervenciones sanitarias más costo-efectivas para prevenir la neumonía. Sin embargo, la encuesta revela que casi la mitad de los encuestados (47%) no está al tanto de que existen vacunas contra la neumonía.
· Los médicos son la principal fuente de información sobre los programas de vacunación, factor que fue validado por dos tercios de los encuestados (66%) que dijo seguir el consejo de su doctor en cuanto a la vacunación.
· Entre los encuestados que no están vacunados pero que dijeron estar al tanto de la existencia de vacunas contra la neumonía, casi dos tercios(65%) dijo no haberse vacunado debido a que su médico no ha hecho la recomendación.