‘Caprichos’ del deporte privaron a Mosquera del oro en Tokio | El Nuevo Siglo
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Domingo, 25 de Julio de 2021
Alejandro Munévar

Alejandro Munévar

Enviado Especial EL NUEVO SIGLO

 

Tokio.

La noche es calurosa mientras que la imponente luna llena va saliendo para adornar la hora de Luis Javier Mosquera. Fue un día realmente ardoroso, si me lo preguntan, el peor en términos de calor y humedad desde que llegamos a Tokio hace apenas 5 días.

En la mañana de la jornada especial para las pesas colombianas vimos a los tenistas Daniel Galán pasar a segunda ronda (en sencillos) y a Juan Sebastián Cabal y Robert Farah imponerse sin problemas ante la pareja española; también a la esgrimista Saskia Van Erven perder y al boxeador Vivas despedirse del sueño olímpico.

Las cuentas del Comité Olímpico Colombiano de alcanzar lo hecho en Río de Janeiro hasta el momento parecen difíciles. Sin embargo, una victoria de Luis Javier no solo endereza el camino sino además da un espaldarazo anímico a la delegación completa.

Lo cierto es que cuando van pasando los días y las medallas no llegan, empieza a haber cierta desesperación en la Villa Olímpica. Son varias las razones, en principio se diría que el proceso no está dando los frutos, pero también cuentan diferentes factores psicológicos que podrían afectar el desempeño futuro de los deportistas que no han participado aún.

Para este día, a pesar de que hasta el momento solo se habían obtenido dos diplomas olímpicos, había confianza en Luis Javier, medallista de Bronce de Río 2016 y no defraudó. Una presea de plata reconforta. Ana Edurne Camacho, secretaría General del Comité Olímpico Colombiano, le ha insistido a este reportero las últimas horas sobre las latentes posibilidades de medalla que hay.



Concentración

Con Luis Javier tengo una relación de confianza. Lo conozco de tiempo atrás, a él, a su hermano, a su esposa, le he acompañado en momentos de infinita felicidad y también de tristeza, cuando las lesiones llegaron y la recuperación se hacía lenta. Por tal motivo he generado un canal de comunicación fluido en la medida de lo posible, lo que generó que hoy pudiera contarme cómo fue su día.

Luis Javier, tenía confianza. Sabía que en Tokio 2020, eran sus juegos. Si bien tiene apenas 26 años, ya es considerado un veterano en las pesas y cuando dice que eran sus juegos, no es que esté cerrando la posibilidad a otros, es más bien que tenía su cabeza puesta en la meta fija del oro olímpico, que se le escapó solo por “un pelo”.

Pero la seguridad no hay que confundirla con relajamiento, ni subestimar a los rivales. Para nada. Si hay alguien que respete el proceso y a los rivales es él, la confianza es en él, en su trabajo, en hacer las cosas con pasión de manera consiente.

La semana de Luis Javier estuvo llena de entrenamientos, no sólo físicos sino psicológicos, desconexión parcial del mundo exterior, por ello han sido pocos los momentos que ha tenido para hablar con su esposa Michel Bejarano o con sus hijos. Parte importante de la preparación previa a estos eventos que cambian la vida de una persona es lograr abstraerse y empezar a sentir, oler, vivir el deporte. Para que lo entiendan de una manera más gráfica, ¿se vieron alguna de las películas de Rocky? Bueno así tal cual, un entrenamiento que lo hace sacar lo mejor de sí para la competencia.

El día de la medalla Luis Javier estuvo tranquilo. Se levantó temprano para poder llamar a su casa pues las 14 horas de diferencia afectan el flujo de comunicación. Desayunó liviano, y fue igual con el almuerzo. Sobre las 4 de la tarde emprendió su camino de la Villa Olímpica al Tokio International Forum.

El recorrido tarda cerca de 40 minutos. Durante el trayecto se repetía la banda sonora que había preparado para esta batalla. Quiere concentración, va enfocado: "es el día" es el pensamiento recurrente que aparece en su mente.

La promesa

La vida de un deportista cuando la cuentan desde afuera parece fácil: dedicarse día y noche a entrenar para alcanzar las metas, las marcas, los pesos, superar lesiones, alejarse de la familia por meses enteros por estar en concentraciones... ahí empieza la parte complicada. Sin embargo, esas cosas las superan, lo importante al final del día es la promesa que se hacen antes de comenzar cada ciclo olímpico, claro cambia para todos los deportistas, en el caso de Luis Javier: volver a casa con la medalla.

La relación que se ha construido entre EL NUEVO SIGLO y Luis Javier también ha permitido hacer parte de esa promesa. En las 3 o 4 veces que lo visitamos en Cali en las concentraciones de Selección Colombia siempre aparecía en la conversación el compromiso de vernos en Tokio, en las últimas esta idea incluía una medalla.

Lo que pasó

Si bien hasta el momento parecía que todo pintaba para que Luis Javier se quedara con el oro, el deporte es tan caprichoso que quiso algo distinto. Tras ir dominando durante el 97% de la competencia y haber levantado 180 kilos en el envión, cuando todo parecía que llegaba al final, el chino con el cual competía levantó 187 kilogramos rompiendo las estadísticas propias y quedándose con el oro.

Luis Javier lloró de felicidad, de tristeza, la verdad era toda una mezcla de sensaciones y sentimientos que ni él podía explicar.



El encuentro

Cuando terminó la competencia y llegó el momento de las entrevistas, Luis Javier ingresó a la zona mixta. Nos separa un corredor y dos vallas que garantizan los dos metros de distancia, los temas del covid. Luis Javier me ve mientras me muestra a lo lejos la medalla, se salta la baranda para acercarme el puño y decirme "acá está la medalla, las promesas se cumplen".

Los ojos del pesista se aguaron y los de este reportero, también. No era la pérdida del oro lo que nos emocionaba, era poder estar ahí, sabiendo que hace apenas dos semanas no estaba claro si Luis Javier iba a poder estar en Tokio 2020.

LUIS JAVIER Mosquera tenía el sueño de darle el oro a Colombia en halterofilia, pero un resbalón lo privó de cumplirlo. Fue plata.

Francia dio el gran golpe

Francia sorprendió y venció 83-76 a Estados Unidos, gran favorito para lograr el oro en el torneo masculino de básquet, en Saitama, en la que fue la primera derrota olímpica del gigante norteamericano desde que cayera en semifinales de Atenas-2004 ante Argentina.

Fue, no obstante, el segundo triunfo consecutivo del equipo europeo sobre el norteamericano tras los cuartos de final del Mundial de China-2019.

En el otro partido del grupo A la República Checa comenzó con un triunfo 84-78 sobre Irán.

Los Bleus, que en el Mundial de hace dos años cayeron ante Argentina en semifinales tras haber apenado al gigante estadounidense, estarán en cuartos si ganan el miércoles a la República Checa.

En la llave B el favorito Australia derrotó con autoridad a Nigeria (84-67), mientras que Italia se impuso a Alemania (92-82).