El ecuatoriano Richard Carapaz, líder del Giro de Italia, destacó el trabajo de sus compañeros del equipo Movistar para mantener la maglia rosa en "un día bastante difícil".
Pese a las duras condiciones climáticas, Carapaz aguantó el ataque de Vincenzo Nibali en el temible ascenso al Mortirolo y ambos aventajaron en 1:22 en la meta al esloveno Primoz Roglic, el otro gran aspirante al podio final el domingo en Verona.
"Un día bastante difícil, sobre todo por el clima y los metros de desnivel que teníamos por delante", explicó Carapaz al final de la etapa.
"Hemos demostrando que tenemos muy buen equipo y los compañeros han estado siempre muy pendientes de mí", se felicitó Carapaz, a falta de cinco etapas para el final saca 1:47 a Nibali y 2:09 a Roglic.
"En el Mortirolo, cuando ha arrancado Nibali pretendíamos mantener la situación más o menos bajo control, que no se nos fuese mucho la mano con las diferencias y mantener el grupo unido, ya que éramos mayoría. Hemos hecho muy buen trabajo y eso se ve reflejado en esos segundos de ganancia en la clasificación", analizó.
Para el ecuatoriano, el Mortirolo "ha clarificado la situación: ahora ya sabemos que Nibal es nuestro principal rival".
Carapaz ve más cerca el sueño de lograr su primera gran vuelta por etapas, aunque se mantiene cauteloso: "Estamos más tranquilos ahora, pero queda camino por recorrer".
"Restan muchos kilómetros por recorrer, pero en este momento de la carrera podemos estar contentos con nuestra ventaja" de cara a la contrarreloj de Verona, el domingo, de 17 km de recorrido.
"En carrera siempre intento ir con calma, en eso ayuda mucho el grupo que tengo junto a mí. Es algo que he aprendido en los años que llevo en el ciclismo: si vas con calma, las cosas acaban saliendo", concluyó el ciclista sudamericano.