Muchos son los nombres que se han venido mencionando para reemplazar a José Pekerman en la dirección técnica de la Selección Colombia, pero también se maneja la posibilidad de que el argentino continúe al frente del equipo.
Lo mejor para el representativo nacional sería que se le dieran cuatro años más a ‘Don José’, pero no por capricho sino por los logros y por su labor global en ocho años que ha estado al frente de este proceso que se inició cuando Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez tuvo que irse por razones al fútbol y Luis Bedoya -hoy procesado en Estados Unidos por el escándalo del FIFAgate-, se la jugó por un extranjero.
El candidato era Gerardo ‘Tata’ Martino, quien no se animó y emergió Pekerman, ya retirado de la dirección técnica, pero con una hija colombiana que le movió el corazón y ayudó a convencerlo para que rearmara su equipo de trabajo e iniciara un camino que deja dos grandes satisfacciones a los aficionados y la sensación de que el árbitro fue determinante en el futuro del onceno nacional, como ocurrió en Brasil 2014 cuando le anularon el gol de Yepes frente a Brasil, en cuartos de final, y ayer en la acción de la pena máxima a Kane, quien antes cometió falta a Sánchez y luego en la anulación de un gol porque supuestamente había dos balones en la cancha.
¿Por qué debería quedarse el técnico?
1. Identidad. Pekerman le devolvió la identidad al fútbol colombiano, la misma que se había perdido por razones de los cambios de técnicos con diferentes ideologías.
2. Respeto. Con su trabajo y la forma de tratar a los jugadores, y las reglas claras con la prensa, Pekerman se ganó el respeto de sus dirigidos y de la afición colombiana. Los integrantes del onceno nacional, cada uno de los fue convocado, le creyó al estratega y cumplió la misión que se le encomendó.
3. Unión. El estratega argentino logró unir al grupo, devolverle la fe y lo más importante, que creyera en sus capacidades, en lo que podía dar y por ello en Brasil 2014 se logró llegar hasta cuartos de final jugando un buen fútbol, mostrando jerarquía y salvando obstáculos como la lesión de Falcao García.
4. Planificación. Si algo mostró Pekerman y su grupo de trabajo es que planificó al dedillo cada uno de los movimientos de la Selección, no dejaron nada al azar.
5. Renovación. Algo que se le debe reconocer a este proceso de ocho años es que se fue renovando el equipo. Pekerman y sus asistentes tenía claro qué jugadores encajaban en el estilo de juego que ellos querían imponer y por eso hoy se puede hablar de que se llegó a este Mundial de Rusia con una defensa nueva, en la que sobresalieron Yerry Mina, Dávinson Sánchez y Johan Mojica, más Santiago Arias. Los cuatro fácilmente pueden sobrevivir a futuro, tanto para el Mundial de Qatar como el de 2026 en Estados Unidos, México y Canadá. En el mediocampo también hubo recambio con Wilmar Barrios, Mateus Uribe, Lerma y Juan Fernando Quintero, sin olvidar que James Rodríguez y Juan Fernando Quintero tienen mucho para dar por su juventud.
6. Proceso. Colombia no está para cambiar de técnico en este momento, salvo que la decisión de Pekerman sea un NO rotundo. El trabajo iniciado hace ocho años debe dar un fruto mayor, no tanto en la Copa América, sino en el Mundial de 2022. ¿Quién mejor para recoger la cosecha de lo que sembró que el cultivador Pekerman? La Federación debe hacer un esfuerzo para convencerlo de que se quede cuatro años más y el país debe seguir respaldándolo para que podas festejar que ya somos de la élite del fútbol en el planeta y no que tan solo somos una sorpresa. La Selección demostró jerarquía, actitud, ímpetu y si bien es cierto eso lo ponen los jugadores, también lo es que el técnico ha incidido en la formación de este plantel.
7. Refuerzo. Tan solo unos días antes del inicio del Mundial al cuerpo técnico se unió el ‘Cucho’ Cambiazo, quien podría hacer un aporte fundamental en el trabajo de cara a la eliminatoria para Qatar. Ya con el cuerpo técnico reforzado, Pekerman podrá dedicarse más a planificar y dirigir y que el trabajo lo hagan sus asistentes.
8. Ventaja. Para Colombia es una gran ventaja mantener su cuerpo técnico porque se sigue con un proceso, no se necesita volver a iniciar, hacer una apuesta diferente cuyo resultado es incierto. Es mejor ir a lo seguro y en este caso lo seguro es que sigue una labor que se inició hace 12 años.
9. Ejemplo. Podemos mirar el espejo de Uruguay en donde Oscar Tabárez llega 12 años al frente de la selección y hoy está viendo el fruto de su labor con los resultados obtenidos en este Mundial de Rusia en el que emerge como uno de los favoritos a estar en la final.
10. Resultados. Los logros de Pekerman al frente de la Selección están a la vista. Dos clasificaciones a los mundiales de Brasil y Rusia, que era lo que se le pedía, unos cuartos de Final y unos octavos ante rivales nada despreciables, el local hace cuatro años e Inglaterra ahora.
11. Nada improvisado. A Pekerman no le gusta improvisar y los directivos de la Federación debieron aprender la lección. No se puede estar cambiando de técnico. Hay interesados en que el argentino se vaya y llegue Osorio, sí Osorio, un buen técnico pero que debe seguir esperando su oportunidad. El presente y el futuro, por lo menos en los cuatro años siguientes, debe ser Pekerman por lo ya expuesto.