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Sábado, 10 de Agosto de 2019
Óscar Munévar*

A Caterine Ibargüen, la mejor atleta del mundo en 2018, Nairo Quintana, ciclista, Miguel Ángel Rodríguez de squash, Yuberjen Martínez en boxeo, Santiago Giraldo en tenis y Leidy Solís en pesas, solo por nombrar algunos, en el cierre de temporada no se encontraron en su mejor momento y sus aspiraciones de medallas o grandes figuraciones quedaron a la espera de otro día.

Los casos más sobresalientes fueron Catherine y Nairo, dos grandes figuras, la primera aspirante a repetir sus actuaciones del año anterior y Nairo, quien quería imponerse en el Tour de Francia, pero ni el uno, ni el otro, no fue el año de estos atletas.

Todos hacemos cuentas, sumamos tiempos, analizamos los contendores pero nos olvidamos de lo más importante, del momento psicológico que pueda estar viviendo el atleta. No sabemos cómo está, solo como comentaristas o aficionados queremos es la victoria sin importarnos las personas como seres humanos y así pasó con los demás deportistas de la lista que les entregamos al comienzo de este comentario.

Los deportistas que tomaron parte en los Juegos Panamericanos se fueron llenos de ilusiones, pero se encontraron con factores adversos a sus condiciones, las bajas temperaturas, el mal tiempo, la comida, los largos recorridos para ir a los escenarios, eso aburre y desespera a los deportistas. Esto no lo contemplan las tablas de los metodólogos, ni los presidentes de las federaciones.

Lo de Ibargüen no fue decepcionante, fue desesperante ver como una atleta quería dar todo de sí para que su país sumara una medalla más, pero con la lesión, su cuerpo no rendía lo suficiente y no le dio, por eso no se presentó y sin embargo salió con gallardía a decir “di todo de mí”. Cosa parecida le pasó a Nairo, quien se esforzó hasta el último sudor, pero su cuerpo a raíz de una caída ya no le dio, igual ocurrió con Ángel Rodríguez un descuido y se fueron las ilusiones y en general con esta generación de deportistas que saben que este es el momento de dar todo a cambio de nada, a lo mejor de la crítica porque no obtuvieron los triunfos que se les pedía.

Ellos son humanos, y como tal pueden fallar.