El esloveno Primoz Roglic (Jumbo) dio un golpe de autoridad al imponerse con claridad ayer en la contrarreloj larga de este Giro, de casi 35 km en San Marino, reforzando su estatuto de favorito a la victoria final, en tanto que el colombiano Miguel Ángel López cedió terreno.
Roglic ganó la etapa con 11 segundos de ventaja sobre el belga Victor Campenaerts, mientras que entre el resto de aspirantes al triunfo final en Verona (el 2 de junio), sólo el italiano Vincenzo Nibali, doble ganador del Giro en 2013 y 2016, se acercó al esloveno, cediendo 1:05.
Roglic, que ya se había impuesto en la crono inaugural en Bolonia (de apenas 8 km de recorrido), demostró que es uno de los mejores especialistas en la lucha individual contra el reloj, derrotando incluso a un Campenaerts que recientemente batió el récord de la hora en México y que tuvo que cambiar de bicicleta durante su recorrido.
Las diferencias con respecto a los otros favoritos al podio de Verona fueron abismales: 3:03 al español Mikel Nieve, 3:11 al británico Simon Yates, 3:14 al colombiano Esteban Chaves, 3:45 al también colombiano Miguel Ángel López.
Yates comenzó la crono más rápido que Nibali, pero se hundió en la subida final a la fortaleza de San Marino, la república más antigua de Europa.
En una jornada que acabó bajo un diluvio, el italiano Valerio Conti (UAE Emirates) conservó la maglia rosa pese a perder 3:34 con respecto a Roglic, que asciende a la segunda posición de la clasificación general, a 1:50 del líder.
En la pelea por el triunfo final, las ventajas favorables a Roglic comienzan a ser muy significativas: 1:44 a Nibali, 3:46 a Yates, 4:29 a ‘Supermán’' López, 4:30 a Chaves y 4:52 a Landa.
El líder del equipo Bahrain-Merida advirtió: “Queda mucho Giro y hay que tener en cuenta que aquellos que han perdido tiempo, como López y Yates, aunque no sólo ellos, tendrán que pasar al ataque”.