Estudio sobre los desequilibrios y sostenibilidad de la cadena de valor del grano fue liderado por el profesor Jefrey Sachs
______________
Los altos precios que pagan los consumidores de café en todo el mundo no están beneficiando a los productores. Así se desprende del informe “Garantizar la viabilidad y sostenibilidad económica de la producción del café”, encargado por el Centro de Columbia sobre Inversión Sostenible (CCSI, las siglas en inglés).
El estudio, liderado por el profesor Jeffrey Sachs, fue comisionado por el Foro Mundial de Productores de Café (FMPC) tras su primera reunión en 2017 en Medellín, donde productores de todo el mundo se reunieron para discutir formas de abordar la crisis de los bajos precios del café.
Las conclusiones preliminares del informe se presentaron en el segundo FMPC en julio pasado, en Campinas, Brasil.
El informe analiza las causas fundamentales de los bajos precios del grano que han diezmado el sustento de muchos productores de café a pesar de los altos precios que los consumidores suelen pagar por una bebida muy demandada en todo el mundo.
El estudio también describe los resultados de los nuevos modelos cuantitativos de oferta y demanda que miden los posibles impactos del cambio climático. Los modelos proyectan que para 2050 el 75% de la tierra apta para la producción de café arábigo y 63% de la tierra para la producción de café robusta se perderán debido al cambio climático, aunque la cantidad de tierra apta restante aún será superior a la actual cantidad total de tierra con cultivos de café.
Los precios
Los modelos también muestran que no se espera que los precios del café se recuperen significativamente sin alguna intervención, dado el potencial de una mayor producción de bajo costo en Brasil.
Con base en estos hallazgos, Sachs hizo un llamado a la industria cafetera y a los países productores a que trabajen articuladamente para garantizar la sostenibilidad. “Ante los actuales bajos precios y la creciente crisis climática, el sector cafetero debe emprender grandes esfuerzos concertados para apoyar un futuro sostenible y resiliente para los productores y el sector en su conjunto”, anotó.
Roberto Vélez, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC), dijo que “la cadena de valor del café vale entre US$200 mil millones y US$250 mil millones al año, de los cuales los productores reciben menos de 10%. Muchos caficultores en la mayoría de países productores ni siquiera pueden cubrir sus costos de producción; eso simplemente está mal. La industria cafetera no puede pretender ignorar la gravedad de la situación. La sostenibilidad económica debe abordarse de inmediato bajo un principio de corresponsabilidad si queremos garantizar la calidad, diversidad y sostenibilidad del café que los consumidores esperan en todo el mundo”.
Sostenibilidad
Para lograr la sostenibilidad social, ambiental y económica de toda la cadena de suministro del café, el informe del CCSI aboga por el desarrollo de planes nacionales de sostenibilidad cafetera y aportes de los principales actores de la industria de hasta medio centavo de dólar por taza para un FMC. Estos recursos ayudarían a llenar críticas brechas de financiamiento para las inversiones de sostenibilidad en regiones productoras de café y se utilizarían para apalancar fondos adicionales de gobiernos y donantes. El informe también incluye otras recomendaciones para mejorar la rentabilidad de los productores de café.
“El trabajo serio e independiente del Profesor Sachs y su equipo del CCSI agitará la discusión sobre el futuro de la cadena de valor del café. Ninguno de los actores (productores, comercializadores, tostadores y consumidores, sean públicos o privados) puede permitirse permanecer al margen del trabajo conjunto necesario para volver la cadena de valor del café ambiental, social y lo más importante, económicamente sostenible. El mayor depredador del medio ambiente y del tejido social es la pobreza”, dijo Juan Esteban Orduz, director de la FNC en Norteamérica y coordinador del FMPC.
“Sin una acción conjunta sostenida, lo que incluye aportes precompetitivos de tostadores y minoristas, más productores de café estarán en extrema pobreza, y los orígenes se concentrarán en cada vez menos países. La industria corre el riesgo de perder mucha de su diversidad y resiliencia. Los principales tostadores y minoristas deberían avanzar en ayudar a garantizar la sostenibilidad de la industria mundial, y los gobiernos y las agencias multilaterales también deberían aumentar su apoyo de la mano de la industria”, agregó el profesor Sachs.
El futuro
René León, director ejecutivo de Promecafé, afirmó que “es necesario tener una discusión abierta y franca sobre el futuro del café y el impacto negativo de la actual crisis de precios que, de no atenderse, continuará generando más pobreza, inseguridad y migraciones ilegales en todo el mundo. Este informe es un aporte muy importante a tal discusión”.
De acuerdo con Ishak Lukenge, presidente de la Asociación Africana de Cafés Finos, “muchos productores han llegado a un punto en que no pueden siquiera cuidar adecuadamente de sus familias, para no hablar de sus fincas o comunidades. En la situación actual, casi monopsónica (un solo comprador), los eslabones más rentables de la cadena de valor, especialmente los tostadores y minoristas, no pueden eludir su responsabilidad y deben asegurar el futuro de toda la cadena”.
Mano de obra
Un reciente estudio señala que la cosecha cafetera que tradicionalmente se ha llevado a cabo de manera selectiva manual, le ha dado un importante posicionamiento a la calidad del grano colombiano. Sin embargo, existe una tendencia creciente a la escasez de mano de obra en el campo asociada con el envejecimiento de la población, la migración y menor participación de los jóvenes en las actividades agrícolas y la oferta de labores alternativas en sectores como minería y construcción, lo que ha elevado el costo laboral de la recolección llegando a representar más del 50% de los costos totales de producción.
Asimismo, ante la falta de interés de los jóvenes por dedicarse a la cosecha, varias regiones cafeteras han tenido que echar mano de trabajadores venezolanos para la recolección del grano. Este año, por ejemplo, tanto en Risaralda, Caldas, Antioquia y otros departamentos, se ha promovido la enseñanza de la recolección a los ciudadanos del vecino país que están ingresando en busca de trabajo ante la difícil situación de su país.
Además, el estudio señala que también los recolectores migrantes que viajan desde los principales departamentos generadores siguen las siguientes rutas: Se desplazan desde Cauca y se dirigen principalmente a los departamentos de Huila (58%) y Antioquia (12%). Se desplazan desde Tolima y se dirigen principalmente a los departamentos de Huila (33%), Antioquia (29%) y Caldas (18%). Se desplazan desde el Valle del Cauca y se dirigen principalmente a los departamentos de Risaralda (29%), Caldas (23%) y Antioquia (16%).