Carrasquilla, el bombero de la crisis | El Nuevo Siglo
EL MINISTRO de Hacienda, Alberto Carrasquilla, no solo ha sido el bombero de la crisis sino también el pararrayos./ENS
Foto archivo ENS
Viernes, 4 de Diciembre de 2020
Redacción Economía

Si la economía se midiera por la reacción puntual a los descalabros financieros, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, lideraría la lista. Economista lidiado en varias plazas, el jefe de la cartera ha mostrado toda su enjundia y cordura para manejar cada peso con el peor impacto económico que ha tenido el país.

Desde que se conoció el contagio que surgió en China a finales del año pasado pero se expandió a partir de febrero de este año, Carrasquilla tomó el timón del manejo, respaldado por el Gobierno y por todos los sectores de la economía.

Fue el hombre que, sin importar el acoso de la pandemia, tocó la puerta del Fondo Monetario Internacional para ampliar el cupo flexible de US$11.400 millones a US$17.600 millones. Precisamente ya esta semana el Gobierno tiene listos US$5.400 millones.

Estos recursos ayudarán a satisfacer las necesidades de la balanza de pagos y brindarán apoyo para la respuesta presupuestaria a la pandemia de covid-19 y, al mismo tiempo, permitirán a Colombia mantener suficiente liquidez internacional como seguro contra riesgos externos elevados. Esta es la primera vez que el país utiliza fondos disponibles de la línea de crédito.

Créditos

Como resultado del aumento del acceso bajo la línea de crédito flexible (LFC) el 25 de septiembre de 2020, a US$17.600 millones, Colombia retiene el acceso a aproximadamente US$12.200 millones bajo el actual acuerdo de dos años. Las autoridades tienen la intención de tratar este monto restante como precautorio.

Asimismo, el ministro Carrasquilla ha manejado con pulso cada recurso que ha necesitado el país para enfrentar la pandemia, ya sea de los subsidios a los mayores y a las familias, y también a los jóvenes y trabajadores independientes. Asimismo están las ayudas que ha promovido del subsidio a las nóminas y al pago de las primas para los trabajadores colombianos.

El ministro de Hacienda, sin embargo, ha tenido una ardua tarea que no se detiene este año.

Con optimismo ha revalidado su confianza en el proceso de recuperación que ha iniciado la economía colombiana pero ha sido claro en el gran desafío fiscal que tiene el país hacia el futuro. De allí que ha ratificado la necesidad de una reforma fiscal en 2021.

“El principal mecanismo de ajuste fiscal es el crecimiento económico por esto cualquier medida de índole tributario que atente contra el crecimiento es como un tiro en el pie”, afirmó Carrasquilla.

Tras una caída de la economía que estará alrededor del -6,9% este año, el promedio de los analistas esperan un crecimiento alrededor del 4,6% en 2021, lo cual representa un rebote de 11,4 puntos porcentuales. “Hay un sentimiento unánime que estamos ante una recuperación”, afirmó.

El ministro ha sido explícito al hablar de los grandes desafíos fiscales que dejará la pandemia la cual no solo ha implicado un mayor gasto público de alrededor de 4 puntos del PIB sino que ha significado una caída en los ingresos tributarios de otros 2 puntos del PIB. Con esto y ante la devaluación, la deuda pública subirá más de 10 puntos porcentuales producto de la crisis.

Ahora deberá emprender la tarea de impulsar una reforma tributaria que tiene más enemigos que partidarios. Sin embargo, se ha mostrado optimista  y ha dejado entrever que los impuestos de renta en Colombia son atípicos pues el grueso lo pagan las empresas y no las personas como en otros países del mundo. Además para él, el grueso de las exenciones no están en el impuesto de renta corporativo sino en el IVA.

El dirigente gremial

El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, desde el comienzo de las cuarentenas, fue crítico al solicitar no cerrar el comercio y fomentar que se les permitiera trabajar con bioseguridad. Fue quien precisamente convenció al Gobierno para seguir adelante con los días sin IVA, pese a que en medio de la cuarentena hubo desorden. No obstante, se demostró que esta jornada fue un éxito y ahora Cabal ha solicitado al Gobierno que este día se realice de forma permanente en el país.

“Los días sin IVA llegaron para quedarse. Tras el exitoso balance de las jornadas de 2020 que alcanzaron ventas de $15 billones, Fenalco propone volver permanente esta iniciativa en los próximos años, que contribuye a la reactivación del comercio, la economía y el empleo”, sostiene Cabal.

El empresario solidario

El empresario Luis Carlos Sarmiento Angulo, además de ser un dirigente de prestigio en el país, se ha destacado por estar comprometido con Colombia y más ahora con la crisis que viven muchos ciudadanos. Fue así que realizó una donación de $80.000 millones.

A través de una carta enviada al presidente Iván Duque, Sarmiento señaló que este dinero fue para tres frentes prioritarios: la adquisición y distribución de mercados para la población vulnerable, la adquisición de kits para pruebas diagnósticas de covid- 19 y la compra de ventiladores para la atención de pacientes.

El empresario dijo además que la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo y el Grupo Aval han dado diversos apoyos significativos en materia económica, entre ellos planes de alivios de los bancos Aval, contribución a la protección del empleo y otras donaciones cuantiosas en beneficio de la salud de los colombianos

Los héroes del campo

El trabajo del campesino y del campo colombiano volvió a demostrar su importancia para el país en medio de la pandemia ocasionada por el coronavirus. No solo los productores han garantizado la seguridad alimentaria de la nación sino que también han demostrado que hoy son un renglón esencial para la economía.

Los campesinos, con su dedicado trabajo son los héroes. Mientras gran parte del país estaba paralizada, estos a pesar del riesgo por el contagio, nunca detuvieron su labor, aún cuando muchas veces son ignorados e incluso invisibles para la comunidad.  

Es importante resaltar que día a día estos trabajadores se dedican a labrar la tierra y cultivar sus productos, muchas veces, sin poder comercializarlos y otras, sin recibir la remuneración justa por sus productos.