La falta de leche para los infantes se convirtió en una de las problemáticas que está afectando a los Estados Unidos en las últimas semanas, hasta el punto de tener un desabastecimiento de hasta el 43% del suministro de este producto en polvo, un 10% más que el promedio de abril.

Esto ha generado una ola de cuestionamientos sobre el presidente Joe Biden, pero además ha propiciado una estrategia por parte del Gobierno para poder importar con urgencia la leche para abastecer el mercado nacional.

A raíz de esta situación, EL NUEVO SIGLO consultó con el presidente del gremio lechero, Analac, Felipe Pinilla, para saber si es posible que el país surta parte de la demanda que requiere Estados Unidos.

Al respecto, Pinilla sostuvo que pesar de que los Estados Unidos empezó esta carrera meteórica por inundar de nuevo el mercado con fórmula láctea para bebés, Colombia no podría suplir esas necesidades debido a que no produce el tipo de leche en polvo que es avalada por las autoridades norteamericanas.

Como país productor de leche, Colombia podría aportar con la oferta de materias prima, es decir, el producto crudo, “pero esa no es la problemática sino que está en la oferta de sus ingredientes para producir leche en polvo”, comentó Pinilla.

“Como esta explicación no está en la producción de leche de vaca, sino en el procesamiento, el sector lechero no podría aportar su producto a esta escasez”, reafirma el dirigente gremial.

Por otra parte, explica que en gran medida son las regulaciones y altos estándares de calidad los que permiten proveer este tipo de leche a los Estados Unidos. El dirigente asevera que “las razones son más de resorte de problemas en la calidad del producto, y esto lo revisa y regula la FDA (el Invima de EE.UU.)”.

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La problemática

El problema comenzó por bloqueos en la cadena de suministros y la falta de trabajadores en la producción debido a la pandemia de covid-19. La escasez se agravó en febrero cuando, tras la muerte de dos niños, el fabricante Abbott anunció el cierre de su planta ubicada en el estado de Michigan y la "retirada voluntaria" de sus leches en polvo.

Esta situación ha dejado a muchos padres desesperados y temerosos de que sus hijos puedan morir de hambre. La leche en polvo es necesaria para muchas familias, en particular aquellas de bajos ingresos y en la que las madres deben volver al trabajo casi inmediatamente después de dar a luz y no pueden amamantar a sus bebés. Ante esta situación, varias compañías salieron a ponerle el pecho a este problema, con medidas de urgencia.

Por ejemplo, Nestlé realizará sus exportaciones de leche para bebés a Estados Unidos por avión, desde Suiza y Países Bajos, para suplir la falta del producto en ese país, informó el gigante suizo de la alimentación.

Los envíos conciernen específicamente a dos marcas de leche hipoalergénica, ya que la escasez es una fuente adicional de estrés para los padres de bebés con intolerancia a las proteínas de la leche de vaca.

Además, el Gobierno de Estados Unidos establecerá un puente aéreo para importar leche en polvo para bebés en aviones comerciales fletados por las Fuerzas Armadas, para suplir la falta del producto, dijo la Casa Blanca.

Incluso, el grupo estadounidense Abott acordó con la justicia de ese país reiniciar su producción de leche en polvo para bebés en su planta de Michigan con el fin de paliar la escasez de este producto vital para los pequeños, anunciaron el grupo y el departamento de Justicia.