El café es sin duda uno de los productos bandera en las exportaciones colombianas. Su calidad y el hecho de que cada vez son más países los que lo apetecen, lo confirman. Prueba de ello es que ahora China, que no es uno de los mayores consumidores, quiere comprar el producido tipo premium para su mercado.

EL NUEVO SIGLO habló con Roberto Vélez Vallejo, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, quien le dijo a este medio cómo está el panorama del sector en exportaciones, precios, rentabilidad, entre otros temas importantes.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cuáles son los países que más apetecen el Café colombiano?

ROBERTO VÉLEZ VALLEJO: Estados Unidos es nuestro mayor comprador de café, cerca del 45% de las exportaciones colombianas tienen dirección al mercado norteamericano. Sin duda este es uno de los países en donde están los mayores centros de consumo de café de alta calidad, seguido de Europa, en donde cada vez ganan más fuerza los temas de calidad y finalmente está Japón, nuestro tercer mercado con una proporción muy alta del grano.

De otro lado es muy interesante el fenómeno que se está presentando en China, ya que en ese país hay un grupo de consumidores con buen poder adquisitivo que miran hacia occidente tratando de emular los términos de consumo de todos los productos de café de esta parte del mundo. Es muy bonito ver a ese país en donde todavía el consumo de café no es grande en términos de volumen, pero que está cada vez buscando café de altísima calidad. En China tenemos una oficina que desde hace 15 años está trabajando en la búsqueda de oportunidades para el café colombiano.

Cabe resaltar que en las subastas de café que se retomaran en octubre de este año, un evento que se centra en observar las diferencias del producto que tenemos en el país y así invitar a los compradores a negociar, los que han adquirido los diferentes tipos de grano más costoso, han sido los tostadores chinos.

ENS: Es evidente que el panorama internacional es positivo. ¿Cómo va la meta de aumentar el consumo nacional de café?

RVV: Esta es una meta de largo aliento, pues no se puede cambiar las tendencias del consumo de un día para otro, sin embargo, es bueno resaltar que desde la Federación y con mucho optimismo, hemos observado el incremento del consumo de café de alta calidad. En este sentido es importante resaltar dos temas: en primer lugar, la tendencia que se viene dando con el aumento de consumo de las tiendas de café como Juan Valdez, Tostao, Starbucks, Oma y los demás distribuidores y cafeterías.

En segundo lugar, hemos observado que los colombianos se han dado la oportunidad de probar diferentes modalidades de preparación, así como calidades distintas de café que venden hoy en los diferentes supermercados y puntos de venta. De esta manera se dieron cuenta que hay una gran oferta de magnífica calidad en el país y eso me hace sentir optimista hacia el futuro.

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ENS: Y en este sentido, ¿nace la estrategia del Triángulo de Calidad de café en Colombia?

RVV: La estrategia nace por el pedido de caficultores y consumidores sobre cómo hacer para saber en un supermercado o tienda, cuál es el café qué está hecho 100% con los granos tipo exportación de Colombia. La campaña invita a que el consumidor busque el 'Triángulo de Café de Colombia en productos que han sido evaluados para certificar que la calidad de la materia prima es de exportación, dando así la seguridad al comprador de que el producto que está consumiendo es café 100% excelso.

“Es rentable producir café 

ENS: ¿Cómo se ha comportado el precio del café en lo corrido del año?

RVV: Los precios internacionales del café han sido comandados por la escasez relativa en el mercado internacional, producto de los choques climáticos en Brasil teniendo en cuenta que el 'fenómeno de la Niña' no solamente produce afectaciones en Colombia si no también en otros países caficultores.

Los precios en la bolsa de Nueva York han estado entre US$2,15 y US$2,20, más la prima del café colombiano. La carga de café nacional ha estado cerca a los $2.300.000, que en buena parte compensa la disminución en la producción, es decir, el caficultor tiene una menor cantidad de producto, pero está multiplicada por un valor más alto. Descontado los costos, el productor sigue teniendo un balance positivo, no significa que haya bonanzas, pero si sigue siendo un negocio que es rentable en este momento.

ENS: ¿Qué ha causado la baja en las exportaciones cafeteras?

RVV:  Los resultados de las exportaciones van de la mano con la cantidad de producción de café y es por eso que hemos visto una drástica reducción cercana del 19% como consecuencia de dos años de lluvias por el 'fenómeno de la Niña', que ha estado por encima de lo habitual en el país y que afecta la producción y productividad de la caficultura, teniendo como resultado final poca producción, razón por la que no hay las mismas cantidades de café para exportar

ENS: ¿Cuáles han sido las regiones más afectadas por las lluvias?

RVV: Ha sido en todo el territorio nacional, pero si ponemos el foco en las regiones en donde se puede notar una mayor afectación, diría que es el centro del país. Es decir, el eje central cafetero donde se ubican los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, norte del Valle y Antioquia. Aunque en general todas las regiones han estado golpeadas por las lluvias, las nubosidades también han hecho lo suyo, ya que no permiten el paso de la luz solar importante para la vitalidad de las plantas de café y para producir suficientes floraciones.

ENS ¿Cómo se han visto impactados los caficultores con la guerra de Rusia y Ucrania?

RVV: El incremento de los insumos de manera desproporcionada, con cerca del 250%, sin duda afecta a todos los habitantes del campo colombiano, ya que todos los cultivos necesitan de los fertilizantes, que se han subido por cuenta de este conflicto que ya lleva tres meses de estar en pie. Hay que recordar que el 30% de las necesidades de Colombia en materia de fertilizantes venían de Rusia y Bielorrusia.

El objetivo de producción

ENS: ¿Cuál es la meta de producción de sacos para este año?

RVV: Si producimos entre 12 y 12,5 millones de sacos, quedaría muy satisfecho dadas las condiciones climáticas. Llevamos dos años sin que pare de llover en la zona cafetera, además, de acuerdo a estudios científicos, el océano Pacífico sigue más frio de lo normal, lo que sería la causa de mayores lluvias.

La medición se hace mes a mes y hemos evidenciado una producción con menor respecto a la producción tradicional. Las cantidades van bajando debido al fenómeno climático y desafortunadamente el mes de abril con el último registro de la producción, se presentó una cifra cercana al 7% ubicándose por debajo en relación al mismo mes del año pasado. Entre tanto si se juntan los doce meses se evidencia una producción de 12 millones de sacos frente al 2021 con 14 millones, lo que significa una reducción importante cercana al 16%.